Pocas veces el Movistar Arena tembló como en la noche del jueves, el estadio estaba colmado, dispuesto a disfrutar. “Amateur” fue la canción encargada en abrir la velada: humor negro, critica social, los condimentos que lo llevaron a ser la banda que hoy en día es Molotov a nivel mundial.
Desde el momento en el que sonó el primer acorde de la noche se presagiaba una noche bien movidita. Luego llegaron “Chinga Tu Madre”, “Pendejo” y “Chanwich a la chichona”, el pogo empezó a ser uno de los protagonistas de la noche y ya se sentía una energía imparable. Y la lista seguía: “Parásito”, “Rastaman-dita”, “Que no te haga bobo Jacobo”, canciones que fueron escritas en los ’90 y que con el contexto político actual en la región, parecen hacerse escrito hace algunos días.
A Micky Huidobro, Randy Ebright y Paco Ayala, se les sumó el regreso de Jay de la Cueva, quien formo parte de Molotov en los comienzos de la banda. Algo que no pasa en casi ninguna banda (por no decir en ninguna) es el cambio de instrumentos que suele suceder ,en un momento del show. El despliegue de la banda sobre el escenario es constante e hipnótico. Además, Pato Machete, integrante de la banda Control Machete también fue parte del grupo aportando su voz durante todo el show.
Promediando el concierto llegaron los clásicos: “Frijolero” y “Gimme tha Power”, coreado incluso por algunos de los muchachos de seguridad. La cumbia/punk llegó de la mano de: “Marciano I y II”, “Dance and Dense Denso” y “Quítate que te ma’sturbas”. Los lásers y los cambios de luces fueron increíbles, dándole un clima especial al show.
Para los bises sonaron “Demoler”, “Rap, Soda y Bohemia”, y llegando al cierre aparecieron “Más vale cholo”, “Mátate Teté”, “Puto” y “¿Comprendes Mendes?”, dejaron a todos con la sensación de que acabábamos de ver acaso uno de los mejores conciertos de los últimos años. Y también que Molotov sin dudas jugó de local una vez más.