Festival Nuevo Día: emerge una nueva escena

Tras haber sembrado su semilla el año pasado en Strummer y en el escenario Moscú, el Festival Nuevo Día llegó al teatro Vorterix el pasado domingo 16 de abril. El espectáculo contó con las presentaciones de bandas que fueron ganando terreno dentro de la escena en el último tiempo, registrando una noche memorable que marcará un antes y después en la música emergente nacional.

La banda encargada de abrir el festival fue Revistas, que con su característica sección de guitarras afiladas, estribillos melódicos, voces suaves y teclados envolventes prendió la primera chispa del festival. Acto seguido fue el turno del Club Audiovisual, en un Vorterix que ya comenzaba a colmarse. La joven banda hizo estremecer al público con su estilo autodenominado como pop sónico y marcó los primeros grandes pogos de la noche con temas como “Cuando dormís”.

Luego, llegó el momento de Fin del Mundo. La banda de raíces patagónicas desplegó un repertorio que estuvo cargado de canciones de su álbum debut La ciudad que dejamos y de su EP homónimo publicado en 2020. Así fue como se escucharon temazos como “Las flores”, “La noche”, “El próximo verano”, “Hacia los bosques” y “El incendio”, mientras el público cantaba a todo pulmón. Además, hubo tiempo para que Lucía Masnatta, junto con sus riffs de guitarra, capture al público y lo deje embelesado con la potencia de su sonoridad.

Dum Chica también fue parte de la jornada y desató el desenfreno. A priori, la banda parecía un poco descolgada del line-up, debido a la fuerte presencia de bandas indie, sin embargo, logró llevarse todos los elogios por parte de la audiencia. “Ey ey” y “Veneno” abrieron su performance, combinando con mucha contundencia baile, salto y pogo; ya para el momento de “Nuevo Stone” y “Terremoto”, mostró toda su capacidad para arremeter con todo: sin dudas Dum Chica se llevó todos los aplausos e hizo temblar el tablero, con susurros escalofriantes y gritos a garganta llena. 

Cayendo la noche en el barrio de Colegiales, Buenos Vampiros salió de su sarcófago para deleitar a un ya colmado Teatro Vorterix. El grupo oriundo de Mar del Plata generó una atmósfera crepuscular y desplegó un enérgico show con canciones que fueron desde “Desmotivada”, pasando por el réquiem desgarrador de “Todo el mal”, y llegó hasta canciones bailables que remiten al post punk con “14 de febrero” y “Momentos”.

Poco antes de las nueve de la noche, comenzó a sonar “XXYY” de Mujer Cebra. Con “De películas” y “Ahora sí”, la agrupación reveló su temperamento frenético, mientras el pogo de su público hacía temblar los cimientos del recinto. El delirio de la gente fue total, y dieron cuenta de eso las muchas remeras de la banda que había entre el público, marcando el fanatismo por una banda que fue despedida del escenario entre aplausos y ovaciones.

Las Ligas Menores cerraron la noche como un acto de bendición para esta nueva escena de parte de uno de los proyectos que siempre fomenta la autogestión y la comunidad entre bandas. “Renault fuego” fue uno de los hits que hizo explotar la noche, y canciones como “Mejor así”, “En invierno” y “Peces en el mar” también hicieron deleitar a los más nostálgicos amantes del disco Fuego Artificial. En “Hice todo mal” quedó demostrado el gran fanatismo de la gente por la banda, que gritó a más no poder y culminó con una gran ovación: “Olee, ole, ole, olee, liigaaas, liigaaas”.

Antes del final, llegaría el turno temas como “A 1200 km” y “Ni una canción”. Para esta última, Anabella Cartolano invitó al escenario a Santiago Piedra (Mujer Cebra) y le cedió por un momento su guitarra para que le ponga su voz a esa hermosa canción. En el cierre, sonó “De la mano” y la banda coronó una noche inolvidable, en donde se vio emerger una nueva escena que hace tiempo se viene germinando, lista para ser cosechada: el potencial es enorme y las ganas de crecer son aún más grandes.