El cantautor se presentó en el Auditorio Belgrano para cerrar un 2025 que trajo la celebración de los 50 años del Adiós Sui Géneris. Humor, anécdotas, interacciones con el público y algunas sorpresas.
Cuando hay que hablar de bandas consideradas fundacionales del rock argentino, Sui Géneris está entre las primeras a mencionar. Surgido como un dúo a fines de la década del ’60, dos chicos que se conocieron en una escuela y que compartían algo más que los nombres “Carlos Alberto” crearon canciones sin saber si alguien más los iba a escuchar. Casi 60 años más tarde, esas canciones son himnos de época, y sus nombres quedaron inmortalizados en la música argentina.
Charly García y Nito Mestre compusieron juntos temas que eran para tocar y cantar en un fogón entre amigos porque adquirían un significado especial en el joven público de aquel tiempo. Ese ciclo culminó en septiembre de 1975, cuando la banda decidió separarse, y para eso armaron una doble función de despedida en el Luna Park.
Cincuenta años más tarde, Nito y su banda salieron a celebrar el legado de Sui Géneris. En septiembre lo hizo en el Teatro Opera y también recorrió Latinoamérica y España, para cerrar el año una vez más en Buenos Aires. Esta vez, en el Auditorio Belgrano. A Mestre lo acompañaron Ernesto Salgueiro en guitarras eléctricas, Fernando Pugliese y Manu Pineda en teclas, Julia Horton en guitarras acústicas, Franco Sampablo en batería y Pol Tesare en el bajo. Nito varió entre guitarras acústicas y flautas.
Los temas mayormente fueron los de Sui, pero también agregaron otros de la etapa solista de Nito y algunos más. Abrieron con “Instituciones”, siguió con “Algo me aleja, algo me acerca” y después tocaron “Aprendizaje”, para ya ganarse la ovación de un público que, en su mayoría, peinaba canas. Y se notaba claramente: a una mujer del público se le activó un sonido en su teléfono, teniendo que luchar para poder desactivarlo como si fuera una bomba.
El show duró casi dos horas y media. La noche fue pasando entre varios temas de Sui como “Canción para mi muerte” (al que Nito ironizó con el hecho de que fue el tema que abría el disco titulado “Vida”), “Cuando comenzamos a nacer” y “Juan Represión”. La pantalla del escenario mostraba imágenes de Sui, de Charly y Nito, muchas de ellas animadas con IA. También cantó “Distinto Tiempo”, tema de la etapa solista de los ’80 al que Nito marcó como una época de varios hits, del cual su canción “no fue”.
Uno de los momentos más destacados del recital: Nito manifestó su respeto y admiración hacia las nuevas generaciones de la música, que “cantan lo que les gusta”. Así, la banda tocó “Cirugía” de Dillom, tema que Mestre cantó en unas sesiones de “¡FA!”, de Mex Urtizberea, y que apenas un par de días antes lo cantó junto al rapero en la fiesta “¡FA!” en el Movistar Arena. En su discurso, también mencionó a Milo J como otro músico de su agrado.
En la continuidad, Nito cantó temas como el poderoso “Tango en Segunda”, la melancólica “Quizás, Porque”, la siempre vigente “Música de fondo para cualquier fiesta animada” y otro de Mestre solista, “Y las aves vuelan”. La banda también metió un medley de tres temas que fueron primeramente pensadas para Sui Géneris, dos de ellas tocadas en aquel show del adiós y lanzadas en otros proyectos posteriores de Charly: “Bubulina”, “Alto en la torre” y “Nena” (o “Eiti Leda”).
Las anécdotas de Nito estuvieron presentes. Anécdotas que derivaron en el invitado de la noche, León Gieco. Juntos tocaron “Un poco de comprensión”, de León solista, y luego revivieron temas de PorSuiGieco: “Viejo, solo y borracho”, y el aclamadísimo por el público “La colina de la vida”, contando cómo León y Nito compusieron la canción y tuvo la intervención de Charly con su minimoog. Tras esto, León y Nito dejaron el escenario y la banda tocó el instrumental de “Un hada, un cisne”.
Las emociones siguieron a flor de piel con himnos como “Confesiones de Invierno”, cantada a coro con los espectadores. También, con una breve anécdota sobre la vez que los Sui Géneris fueron detenidos por los militares en Uruguay y cómo Charly los burló en plena detención, Nito cantó “Botas Locas”. Otro tema conmovedor: “Cuando me empiece a quedar solo”, con otra ovación tras el verso “… y un millón de manos que me aplauden”. Alguno entre la gente pidió por la aparición de García, y Nito comentó que “ya tiene una vereda y ahora va a tener una esquina”.
Le siguió a la noche “Bienvenidos al Tren”, con León Gieco aportando con su armónica desde las sombras. Después, León volvió al escenario para otro tema de PorSuiGieco: “El Fantasma de Canterville”. El público pidió por algunos temas, como “Fabricante de Mentiras”. Una mujer del público gritó “Quiero ver, quiero ser, quiero entrar”, a lo que Nito le respondió: “¡pero si ya estás adentro!”.
El show se mantuvo bien arriba en el tramo final, con “Mr. Jones”, “Blues del Levante”, “Lunes otra vez” y, con otro regreso de Gieco, “La mama de Jimmy”, armando la fiesta y con buena parte del público parado, varios abandonando sus asientos para quedarse en las escalinatas, más cerca del escenario. El final del show fue con otro himno: “Rasguña las piedras”, culminando con la ovación y la emoción final de un público que, en sí, era de todas las edades, porque no es menor que hubiera una nena, de no más de 12 años, soltando sus lágrimas tras el cierre.
Muchos de los que estuvieron en el Auditorio escucharon las canciones de Sui Géneris en vinilos, cassettes, en las radios. Y es muy especial que, en 2025, puedan cantarlas, ahora, compartiendo con gente que los escuchó por radios, discos, que los vio en televisión, o en las redes y plataformas. Es que, para los primeros, son canciones que traen nostalgia y recuerdos. Para los que vinimos después, también nos enseñan luchas e historia, no solo musical, de nuestro país. Y vale celebrarlos con esos himnos en la actualidad. Porque esas son canciones para siempre.