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Primal Scream en el Complejo C Art Media: el grito sagrado

La banda de Bobby Gillespie brindó una misa maradoniana en el cierre del Music Wins 2025.

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Los músicos de Primal Scream recibieron el mandato divino de predicar con la palabra de D10S entre sus fieles y lo hicieron de la mejor manera: ofrecieron una misa maradoniana que puso a bailar a todos en el Complejo C Art Media en lo que significó el cierre del Music Wins 2025.

Vestido con un glamoroso atuendo blanco e hipnotizantes movimientos pélvicos, Bobby Gillespie arrancó sus sermones con el groove de “Don’t Fight it, Feel it” incluida en esa masterpiece que sacudió el amanecer de la década del 90′ llamada Screamadelica (1991).

La cadencia de la música disco embadurnada de voces góspel vistieron “Ready to go Home” que transformó el show en un rito comandado por el pulso eléctrico de la bajista Simone Marie Butler. La liturgia siguió con “Deep Dark Waters” e “Innocent Money”, ambas de Come Ahead (2024), álbum con el que volvieron a los estudios de grabación después de algunos años e hizo que se peguen una vuelta al país donde los escoceces siempre son bienvenidos.

Moldeados por un sonido que mezcla a los Beatles con los Rolling Stones y siendo contemporáneos a Oasis y Supergrass, Primal Scream también tuvo ese hit imponderable que no podíamos dejar de escuchar en la era dorada de MTV: por eso no hubo ninguno que no haya cantado “Country Girl” a los gritos.

Sin perder la elegancia glam, Gillespie rindió culto a su ídolo cuando cambió su camisa de cowboy por una remera con la cara de Diego Maradona y flameó con sus brazos en alto la camiseta de Argentina que el Diego usó en el 94’. La mezcla de fútbol y rock encendió aún más a un público que ya estaba enajenado.

Al 10 le rindieron tributo con “Loaded”, que encontró a Andrew Innes disparando plegarias en clave de funk-rock con su guitarra y por momentos complementando el débil volumen del saxo de Alex White. “Queremos estar libres de hacer lo que tengamos ganas de hacer / la pasaremos bien / haremos una fiesta / no quiero perder tu amor”, fue el grito sagrado de libertad que el frontman cantó mirando al cielo. No te preocupes Bobby, seguro que con tu nivel de lealtad jamás vas a perder la protección divina de tu Dios.

Sin dejar de lado el britpop psicodélico que los caracteriza, el mejor costado de una banda de tanta versatilidad estilística es cuando abrazan de lleno su personalidad stone. En “Jailbird” el cantante se movió como Jagger, “Movin’ on Up” encontró una versión muchísimo más rockera y distorsionada que la original pero fue “Rocks” la canción que puso a bailar rollinga a un crisol de generaciones presentes y así concluir un recital impecable.

Con una subyugante performance que abarcó 18 canciones, el show de Primal Scream en el Complejo C Art Media fue una verdadera insurrección de amor al rock y al fútbol.

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