Una noche de euforia: Las Pastillas del Abuelo conquistaron Villa Crespo

Una vez más, Las Pastillas del Abuelo regresaron al predio de Villa Crespo, pero en esta oportunidad lo hicieron frente a un estadio completamente lleno, a diferencia de las ocasiones anteriores en las que hicieron un evento vía streaming y otro con aforo reducido. Así, la banda confirmó que los tiempos pandémicos quedaron atrás.

Hordas de fanáticos y fanáticas completaron hasta el último rincón disponible del Movistar Arena: “¡Viejo karma!” fue el tema con el que la banda abrió el juego con el público, un público que agitó y no dio tregua. Los tracks se sucedieron como si fuese un disco: una breve pausa y a seguir. “¿Qué vicios tengo?” invitó a la reflexión a más de uno, mientras la potencia sonora inundaba el recinto, con una calidad notable a lo largo de la velada.

El “Rocanrol n’ n’ n’” continuaba, mientras los festejos de la audiencia se intensificaban. Es que como en 2022, Las Pastillas cumplieron dos décadas de historia, la ocasión fue la excusa para revisar varios clásicos y desempolvar algunos otros temas que hacía tiempo no se escuchaban. De hecho, varios de ellos correspondieron a su trabajo autotitulado y publicado en 2006 – “Historias”, “Viejo”, “Desde la postura”, entre otras-, y a otros hitos de su catálogo.

“¡Qué fiesta, pa! Esto recién empieza”, arengaba el Pity mientras la multitud rebalsaba de fiesta con cánticos y aguante, en diversos rincones del estadio. Fue menester presentar en semejante jolgorio a varios invitados que compartieron la mesa con el septeto porteño. El primero de ellos fue Pablo Mantiñan, que se posicionó en las teclas para interpretar “¿Qué es Dios?”.

Otro en dar el presente fue el chileno Kiuge Hayashida, uno de los guitarristas de Charly García, para sumarse en “¿Dónde esconder tantas manos?”. Después, llegó el turno de un cover que contó con uno de sus protagonistas que, según el frontman, “fue el responsable de que todo esto -mientras señalaba al estadio- sucediera”: Willy Quiroga, de Vox Dei. “Para mí es un honor ser invitado por una banda como Las Pastillas del Abuelo”, agradeció el bajista, que entonó “Génesis” y sorprendió con impresionantes falsetes en algunas estrofas de dicho clásico, despertando aplausos rabiosos.

Y como si hubiera sido poco, compartieron escenario con Julio Medina y Beto Olguín de Los Pérez García, en “El favor”. Después de todo eso, siguieron “La casada”, “Enano”, y varias canciones más, que se sumaron al “popurrí” que unió varios clásicos y a “Tantas escaleras”, previo a terminar con “Otra vuelta de tuerca”.

Una verdadera fiesta de casi treinta canciones fue la que ocurrió en el predio de Villa Crespo con Las Pastillas del Abuelo en el rol de anfitriones. Una celebración que tuvo de todo, con el rock como eje principal, sumado al aguante de los y las fans que apoyaron a la banda a lo largo de más de dos décadas de trayectoria, una banda que parece todavía tener camino por correr y festejar.