Un cocktail con Claudio Pedreira

Claudio Pedreira sopla las velas y todos comen torta para terminar de celebrar una noche más que placentera en Spector Studios, lugar el elegido por el cantante para ofrecer de todo: presentación de su nuevo video, miniset acústico de cinco canciones, rica comida, buenas bebidas y torta de cumpleaños.

Es que sí, Pedreira eligió el aniversario de su nacimiento para lanzar su nueva canción, la segunda del año luego de “Solo un disfraz”. Entre charlas y risas, mientras los presentes escuchan también de yapa un tema inédito (¿el próximo single, tal vez?), nos explica que las canciones que grabó en esta oportunidad son temas viejos, de la época en que lideraba la banda Can Can, una especie de banda de culto en distintas ciudades de la provincia de Buenos Aires que hoy día todavía es muy recordada, especialmente su canción “Backgammon”, la cual podemos escuchar en vivo en formato acústico durante la noche.

Más tranquilos, luego Pedreira nos confesará que la propuesta de revivir estas viejas canciones llegó de parte de su hijo Luciano, hoy además productor de este nuevo trabajo. “Él recordaba varias melodías de cuando era un niño y yo las tocaba en reuniones de amigos”, recuerda, y adelant que hay tres canciones más rescatadas de los años ‘80 y ‘90 que estarán en un álbum que se publicará en septiembre. “En realidad hay por lo menos 15 canciones más para rescatar. Estas canciones tienen la frescura de la juventud, hoy no podría escribir temas así. De grande me he puesto más profundo y aburrido”, nos confiesa entre risas.

Nos adentramos más todavía en “Cocktail Calypso” mientras la escuchamos en vivo y Claudio profundiza: “Es una canción escrita en 1987. No fue grabada en aquel momento, porque los productores del primer disco de Can Can consideraron que podía ser un segundo corte del segundo LP, que finalmente no salió por la compañía en la que estábamos. El segundo álbum recién lo pudimos grabar en forma independiente en 1991, pero ya el estilo de la banda era otro, más duro, mas rockero”. De todas formas, el cantante nos asegura que “la esencia de la canción es la misma, el audio es una mezcla entre lo vintage y lo moderno. Hay solo una máquina de ritmo al principio, lo demás está todo tocado. La mezcla es analógica, la hizo Nelson Pombal que sostiene a rajatabla el concepto purista del sonido, sin plugins digitales”.

Suena una novedad que es una especie de tecno mezclando pop y electrónica. Los aplausos demuestran que la rareza gusta entre los presentes. En el set se suman en diferentes canciones Emilio Palazzolo (bajo), Mauro Conforti (piano) y el propio Luciano Pedreira (guitarra). Tomando un poco de vino, otro poco de cerveza y comiendo un canapé, no podemos evitar la pregunta:

―¿Cuál es tu cocktail favorito y cuál sería el lugar ideal para tomarlo?

―En mi primera juventud tomaba Gin Tonic a diario. Ahora prefiero el Negroni. También el Cocktail Calipso, claro, que contiene jugo de naranja y vodka. Mi lugar ideal es un chiringuito en una playa… Un cóctel es un trago que contiene dos o más bebidas, la metáfora de esta canción de amor, o mejor dicho de desamor, es que en aquella época mantenía dos relaciones simultáneas y las señoritas otras tantas con otros caballeros. ¡Un cóctel explosivo! Espero que mi pareja no lea esta nota (risas).

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