“¿Qué cabe en una canción?”, pregunta Rayden desde los parlantes mientras saluda en vivo para despegar los pies del suelo de todo Niceto al son de “Gargantúa” y “No hago rap”. Bien poderoso es el comienzo del primer concierto del español en Buenos Aires y ya se le nota la sonrisa en la cara.
Desde sus primeros diálogos con la gente desnuda las ganas que tenía acumuladas de pisar estas tierras y canción tras canción su entusiasmo se engrandece cada vez más. ¿Y cómo responde el campo? “Olé, olé, olé, Rayden, Rayden”. El matrimonio ya está consumado. El amor será para toda la vida. Se nota.
El homenaje a la palabra que fue toda su última trilogía englobada entre 2017 y 2021 (Antónimo, Sinónimo, Homónimo) es un elixir para los oídos de todos los presentes. El escupitajo constante de exquisitas letras se completa a la perfección con la solidez de una banda todo lo potencia: Héctor García Roel en guitarra, las bandejas de DJ Mesh y la voz enérgica de Mediyama (“una de las mejores voces de España”, resalta Rayden).
“Vosotros me dais lo mejor de Buenos Aires, ahora voy a cantar acerca de lo peor de España”, introduce el cantante y suena “Habla bajito”. Al instante, la calma y la oscuridad se adueñan del lugar con “Finisterre” y el estribillo cancionero nos envuelve regalando uno de los mejores momentos de la jornada: “Caí rendido en las trincheras/resucitaba a ratos/aquella luz dejaba de alumbrar/Lo estaba haciendo a mi manera/el barro en los zapatos/siempre me ponía en mi lugar”.
La compradora “Don creí que” se entromete entre las dos novedades que son “Calle de la llorería” (otro puntazo de la noche que nos hace bailar sintiéndonos del otro lado del océano) y “Una fiesta en tu nombre”. Y sigue el entusiasmo y el amor. Desde abajo: “Olé, olé…”. Desde arriba: “Sois la hostia, había canciones que me las imaginaba aquí, pero en el mejor de los casos apenas llegaba a lo que está pasando esta noche”.
Para el tramo final se sucedieron las tres más hiteras que simplemente hicieron ebullir a todo el barrio de Palermo. “Haz de luz”, “La mujer cactus y el hombre globo” y “Matemática de la carne”. Las tres juntitas, sin dar tregua. Ya no hay lugar para más. ¿Ya no hay lugar para más?
La noche memorable tiene lugar para una canción nueva, titulada “Multiverso”. Hace unas semanas Rayden le contó a Revista El Bondi: “Habla de todo lo que hubiese sido si no fuese yo”. ¿Serán entonces ese puñado de minutos finales un resumen de todo lo que la noche hubiera sido si el español no hubiera aterrizado por fin a nuestra ciudad? No lo sabremos, pero lo que tenemos bien claro es que Rayden llegó para quedarse. No lo dejaremos escapar.