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Quilmes Rock 2025 Día 2: Aún los escuchamos cantar

En una jornada con homenajes a Serú Girán y Rosario Bléfari, Los Fabulosos Cadillacs se llevaron los mejores halagos con un set imponente. El indie copó los escenarios alternativos y los Ratones paranoicos cerraron a puro rock and roll.

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Con lágrimas en los ojos, grandes y chicos cantaban de forma desgarradora “Seminare” mientras miraban deslumbrados a Pedro Aznar y David Lebón brillar arriba del escenario. El homenaje a Serú Girán se consumaba a pura emoción y los presentes parecían no pedir más por el resto de la jornada. Sin embargo, al instante, tras una intro y un comienzo demoledor con “Mi novia se cayó en un pozo ciego”, “Manuel Santillán, el León” y “Demasiada presión”, Los Fabulosos Cadillacs entregaron la mejor performance del Día 2 del Quilmes Rock con un set perfecto e imbatible.

Los Cadillacs tocando para vos

La banda que este 2025 celebra 40 años de vida fue por todos los tópicos necesarios para que un show en medio de un festival sea lo mejor posible, con un Vicentico impecable. Entregó, por supuesto, una fuerte dosis de sus hits interminables como “Vasos vacíos”, “Siguiendo la luna”, “Mal bicho”, “Matador” o “El satánico Dr. Cadillac”. Pero, además, regaló momentos experimentales, ideales para los más fanáticos, como “Piazzolla” (del galardonado Fabulosos Calavera, 1997), la siempre presente “Saco azul”, o una eterna y oscura versión de “Los condenaditos” que contó con la presencia de La Bomba de Tiempo.

Los invitados, justamente, terminaron de decorar la presentación: también se sumó un feliz Santiago Motorizado para cantar ese temazo que es “Número 2 en tu lista” (¿todas las canciones le quedan perfectas a este muchacho?), el perrito malvado de Pablo Lescano hizo bailar a todos con su keytar en la cumbiera versión de “Padre nuestro”, y hasta se lo vio a Juanito Moro meter unas percus en el cierre de “Yo no me sentaría en tu mesa”. El momento más conmovedor sin dudas fue cuando se subieron los hijos de los músicos para cantar “Vos sabés” mientras el Sr. Flavio paseaba en brazos a sus dos nietos bebés.

Quiero ver, quiero entrar

Juanito Moro, por supuesto, no podía faltar en el Homenaje a Serú Girán. Sandra Mihanovich (voz en “A cada hombre, a cada mujer”), Dante Spinetta (guitarra en “Mundo agradable”) y Trueno (freestyle en “No llores por mí, Argentina”), fueron quienes se sumaron en el emotivo set. ¿Esperábamos tal vez más invitados? Puede ser.

La cuestión es que Pedro y David entregaron su magia y nos regalaron una hora inolvidable con constantes dedicatorias a Charly y a Moro. “Canción de Alicia en el país” se cantó con fuerza y con bronca en el campo, y, mientras el Ruso prefirió no dar entidad a los cánticos de “Milei basutra, vos sos la dictadura”, Aznar se encargó de recalcar que “estamos viviendo un momento horrible”. Por suerte, nos dejaron una hora de canciones hermosas e inmortales que siempre son necesarias escuchar.

Nos vamos poniendo indies

Los escenarios principales empezaron con diferentes dosis de ese mundo cada vez más gigantesco al que denominan indie, con sets de Florián (guitarrista de Los Cadillacs e hijo de Vicentico, que también tuvo a Santiago Motorizado de invitado), Blair y Koino Yokan, mientras que Feli Colina mostró su folk punk y Los Cafres regalaron la típica dosis de reggae love. Las únicas presencias protagónicas femeninas en los escenarios más importantes (Feli y Blair) se dieron demasiado temprano en este día.

El Mató a un Policía Motorizado entregó un festejadísimo y contundente set, que arrancó bien arriba con “Sábado”, y tuvo sus picos en “Terrorismo en la copa del mundo” (con Nina Suárez en voz) y clásicos como “El tesoro” y “Yoni B”. Atenta y bailando miraba el show Valeria Bertuccelli, como para cerrar por todos lados el affaire Cadillacs-El Mató. Al toque, Conociendo Rusia fue por sus diferentes caminos de la canción rockpopera, hizo cantar a los presentes “me levanto y veo tu encanto”, covereó a “Rezo por vos” y cerró con sus hits “Cabildo y Juramento” y “Quiero que me llames”.

Mientras la gente deambulaba por el inmenso predio para visitar otros escenarios más lejanos, se cruzaba con diversas marcas y stands que auspician el evento, y también con restos de lo que alguna vez pudieron disfrutar niños de todas clases sociales, algo que a muchos increíblemente les molestaba. Por un lado el reino olvidado de los dinosaurios encerrado detrás de carteles, por el otro destellos de lo que alguna vez fue la muestra del Arsat-1, el primer satélite geoestacionario de telecomunicaciones fabricado en Argentina.

Pispeando los escenarios alternativos, el indie acaparó casi toda la grilla de la jornada. En el Escenario Geiser 107 Faunos, Doppel Gangs, Barco, Las Ligas Menores, el destacado set de Viva Elástico con un cover de Babasónicos (“Sin mi diablo”) y las presencias de Walas de Massacre (“Verano Kamikaze”) y Mariano di Césare, cantante de Mi Amigo Invencible, banda que subiría a escena unos minutos después.

El bello escenario Enigma, a modo de anfiteatro, estaba bastante escondido y pocas personas se acercaron a disfrutar un rato de lxs artistas que afloraron en escena. Así y todo, hubo grandes momentos con sets como los de Pilar Gough, Paula Maffía, María Ezquiaga o Rocío Igarzábal. Acá sí, la presencia femenina se hacía bien presente con artistas de gran calidad.

Rosario siempre está cerca

El escenario Pop Art era el más lejano y se destacó la gran propuesta de Clara Cava y la Power Up Orchestra con su homenaje al animé y a los videojuegos. El indie también copó este escenario, con Isla de Caras, Gauchito Club, Silvestre y La Naranja, y una de las precursoras del género en Argentina a pura world music como lo es Juana Molina.

De todas formas, el momento más emotivo llegó con Nina Suárez y el homenaje a su madre Rosario Bléfari, referente justamente del género desde lo que fue su banda Suárez en los ’90. Junto a Fabio, su padre, Nina dividó el show en tres partes: la primera con temas de Suárez, la segunda acústica con dos temas de Rosario solista, y la tercera con la banda Sué Mon Mont. Durante el set pasaron músicos de las respectivas bandas e invitados como 107 Faunos, Julieta Salas o, una vez más, Santiago Motorizado, sin dudas el más activo de la jornada.

Rocanrol n’ n’ n’

“Qué lindo salir a tocar después de un mensaje de mi tocayo”, saludaba el Piti de Las Pastillas del Abuelo acerca del video en las pantallas que mostraba al Pity Álvarez. Con una seguidilla de sus canciones más emblemáticas, la banda cerró uno de los escenarios principales, el Quilmes, con temas como “¿Qué es Dios?”, “Tantas escaleras” y “Otra vuelta de tuerca”.

Apenas terminó el set, el Piti se mudó al escenario de al lado para subir a cantar “Ya morí” junto a Los Ratones Paranoicos, banda encargada de cerrar el Escenario Rock. Juanse, Sarco, Memi y Roy se despacharon con todos sus hitazos y coronaron la noche a puro rock and roll. “Vicio”, “Enlace”, Rock del gato”, “Cowboy”, “Rock del pedazo” y “Sigue girando”. Tremenda catarata final para dejar lugar al bis “Para siempre”.

El Quilmes Rock tiene aún dos días más para disfrutar de muchos artistas de todo tipo. El rock se hizo presente en gran cantidad y lo seguirá haciendo en las demás jornadas, como intentando encontrar un lugar que la industria musical actual no le está dando. Ese gigante mundo al que supimos llamar rock nacional hoy sigue firme pero, salvo mínimas excepciones, con protagonistas +40, +50 y sobre todo +60. El tiempo pasa, nos vamos poniendo indies.

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