Desde el 2012 que no se veía a The Devil Wears Prada por estas tierras, hasta que finalmente emprendieron un tour por Latinoamérica para mostrar un poco más del repertorio que publicaron en los años posteriores a Dead Throne (2011), hasta alcanzar su más reciente LP al día de la fecha: Color Decay (2022).
La fiesta que aconteció en el predio de la calle Sarmiento tuvo un doble soporte local: Hacia el Ocaso y los rosarinos Renacer del Tiempo, fueron las bandas encargadas de encender los motores para calentar la fría noche invernal. De paso, fue una gran oportunidad para dar a conocer un poco más del under metalero nacional.
Pasadas las 21:30 el conjunto liderado por Mike Hranica irrumpió con “Watchtower”, lo que inició el estallido inmediato del público: el moshpit a la orden de la velada, combinado con la potencia vocal no solo del mencionado frontman, sino también del guitarrista Jeremy DePoyster, quien declaró que después de tanto tiempo de no visitar la Argentina, reconoció que aquello fue un “error que no volverá a ocurrir”.
Una ola brutal de sonido entre las guitarras, batería y teclados crearon un ambiente para la descarga de energía perfecta: “Danger: Wildman”, “Born to Lose”, “Salt” y “Broken”, entre otras, hicieron que casi la mitad del predio estuviese sumergido en el mosh. A su vez, los agradecimientos y las arengas que la misma agrupación impulsó desde el escenario, alimentó la evidente felicidad de la base de fans local.
El recorrido continuó con diversos exponentes de la discografía del conjunto, que incluyó el estallido del público en “Noise”, luego su más reciente lanzamiento: el simple “For You”, que vio la luz en las plataformas y redes el 17 de abril pasado. Las linternas de los celulares alumbraron al grupo cuando interpretaron “Chemical”, poco antes de llegar al cierre de la primera parte de la lista compacta, pero con mucha fuerza.
Para finalizar, tocaron “Dogs Can Grow Beards All Over” y “Hey John, What’s Your Name Again?” con la potencia del sonido crudo de cada uno de los músicos, con un toque melódico, característico del hardcore, el cual hizo vibrar hasta el piso del local, pogo mediante.
The Devil Wears Prada brindó un show contundente, pero con un setlist que a varios de los presentes dejó con ganas de más. Quizás fue una prueba para explorar la recepción argentina luego de tantos años, la que claramente dio muestras de que serán bien recibidos cuando regresen, sin dejar pasar tanto tiempo.