María Wolff es una joven productora musical que a fines de febrero sacó su segundo EP, titulado Rápido Mamá. El anterior había sido 23/4 en 2018, pero a diferencia de aquel que fue puramente instrumental, en esta ocasión María se puso al frente como cantante.
“Fui encontrando mi voz. Nunca me imaginé que iba a estar cantando en un disco, sino haciendo música instrumental o música para películas, y si cantaba lo hacía muy de lejos o llena de efectos. Lo de empezar a cantar comenzó como un chiste, porque hice una canción que me daba risa y lo hice así”, contó María. Y agregó que el productor chileno Álex Andwanter, que trabajó con artistas como Juliana Gattas, fue quien le propuso que cantara más canciones.
Justamente con Álex, María trabajó en este álbum: “Lo conocí porque él estaba en un taller de producción en Santiago de Chile y le mandé un par de canciones. Terminé seleccionada en este taller y yo fui preparada para aprender de producción, es decir aprender a procesar una voz o qué compresor usar o mejorar mis canciones. Pero me encontré con otra cosa, con algo que tenía que ver más como si fuera una clínica, respecto del pensar de la obra de cada uno, encontrar las virtudes de cada uno o encontrar tu perfil artístico”, destacó Wolff.
Y agregó: “ahí él me propuso trabajar en un disco. Nos hicimos muy amigos para que yo pueda trabajar en la composición de mis discos. Me dijo ‘olvídate de la producción’ al principio, como que me olvide de que suene bien el bombo o la guitarra, sino que me concentrara en hacer estas canciones. Fue como un proceso de conocerse y de formar una amistad, un 20% de música y un 80% de hablar de películas, de historia o de cualquier otra cosa que generó un vínculo de confianza para que pueda hacer estas canciones”.
En cuanto al disco en sí, que le llevó mucho tiempo en la composición, María deja fluir su costado más pop. “Es la música que escucho. Alex también fue una influencia para hacerlo más pop, si hubiera estado sola por ahí las hacía más lentas y oscuras. Vengo como de una escuela medio punk, gótica. Escuché mucho The Cure en mi adolescencia. Ahora no me siento tan identificada con eso pero como que algo me quedó en el cuerpo, entonces hubiera ido más por ese lado”, comentó.
“Después me terminó saliendo pop. Hay algo de cantar y del tipo de música que a mí me gusta que me llevó ahí. Cuando me puse en el piano a cantar de alguna manera iba más para el lado de Virus”, agregó María, sin darnos cuenta de que conversábamos en una sala rodeados de fotos de Federico Moura.
Justamente mencionando a Virus, en una de sus canciones denota un estilo muy new wave como el de la banda platense, “Decírtelo”. También el tema que le da el nombre al disco, Rápido Mamá, hace recordar a un clásico de Charly García: “No soy un extraño”. “Lo de Charly no fue intencional para nada, igual ‘No soy un extraño’ es de mis canciones favoritas y todo ‘Clics Modernos’ es espectacular”, dijo la compositora.
Y habló de sus influencias: “Virus es un gran referente. Después mencionaba a The Cure, y mucha música de los 70s, Rita Lee, música que escuchaban mis viejos o ‘música de papá’ como les digo yo, mucho Supertramp. Hay algo de encontrarme con esa música mientras hacía el disco y también con Álex en la producción. Nos reíamos como que somos dos señores que escuchan Aspen y hay algo de eso”.
No solo hay detalles vintage en el sonido de las canciones, sino también en lo audiovisual: los videoclips de “Rápido Mamá” y “Mi novia no me banca más” están publicados en formato 4:3 como las pantallas de otra época, e incluso María contó que fueron grabadas con cámaras viejas de televisión.
Al respecto, María marcó: “A mí me encantan esos videos de los 80 y me sale esa onda, tipo Les Rita Mitsouko o Siouxsie And The Banshees, y los hice con More Elizalde y Odile Sucari, amiga mía desde hace mucho tiempo. Hay algo muy del humor con ellas y queríamos tener una premisa que nos pareciera divertida y trabajar sobre eso. En ‘Rápido Mamá’ fue con esqueletos, en ‘Mi novia no me banca más’ fue un ambiente estilo Siglo XVIII. Fue usar esos dos como gags y construir desde ahí con la menor plata posible porque no teníamos mucho presupuesto”.
Además, otro guiño a Charly: el video de “Rápido Mamá” muestra a María cantando con un fondo oscuro y luces de costado, similar a cómo aparece García en las sesiones de Piano Bar. “Esos temas que nombrábamos de Charly tienen instrumentos parecidos. El 80% de mi disco lo grabamos con una LinnDrum, una drum machine que usaba Charly en ese momento y se la copió a Prince, y también usábamos sintes de esa época. El mundo sonoro ya se asimila, y también con la cámara”, expuso Wolff.
Sus canciones tienen una lírica que expresan una idea de apertura a otras formas de amar. A partir de ese detalle, también se refirió al contexto social actual y la denominada “batalla cultural”: “A las luchas en general las pienso como algo circular o irregular. Si bien venimos de años en los que el feminismo estuvo en boga, ahora nos toca un retroceso en donde ya no se habla ni se defiende tan públicamente”.
Agregó: “cuando estaba haciendo el disco, en un momento dudé de cómo mostrarme a mí misma como artista y como lesbiana. Teniendo una canción que se llama ‘Mi novia no me banca más’, decía que era como medio tonta. Si voy a hacer algo que tenga un estigma político más fuerte, voy a decir otra cosa más importante”.
“Después entendí que lo mejor que podía hacer es hablar desde la sinceridad total y ponerlo como sea, y no pensar tanto en esos términos. De hecho es algo que atraviesa todo el disco, desde ‘Hazte hombre’, ‘El baile’, hay toda una búsqueda de cómo me percibo a mí misma, una búsqueda de la identidad que creo que nunca se agota y nunca se termina de categorizar. Eso es muy interesante y tiene un correlato con nuestra realidad social que es que nunca se detiene esa batalla, esa lucha política”, concluyó.
María también dejó en claro sobre cómo enfrentar a esta batalla cultural: “Hay varias formas. Una es visibilizar todas estas identidades, la diversidad en general. Estar, mostrarse, naturalizar, hacer canciones no híper políticas o de compromiso social como en los 70s. Hay muchas maneras de visibilizar que son naturales y hermosas, porque es más fuerte cuando no es tan evidente. Luego también creo en la militancia política, desde el arte y desde la lucha afectiva”.
Para concluir la charla, María Wolff se refirió a lo que le gustaría que pasara con su álbum: “Creo que lo más lindo que puede pasar con la música es que te haga sentir menos solo. Si hay alguien que se identifica con algo de todo esto, esa idea de la percepción tan difusa y con muchas inseguridades, y te hace sentir menos solo como a mí me pasó con otros artistas, es espectacular”.