Cuando se apagaron las luces quien salió a escena no fue Louta sino Jaime James. El protagonista de la noche sintió la necesidad de agradecer de antemano a cada uno de los que llenaron el Teatro Vorterix dos noches seguidas y dejarles en claro que todo lo que iba a ocurrir en una cuestión de minutos, era gracias a ellos.
Ahora sí, el telón se desprende del techo y una explosión lumínica y sonora deja atrás a la persona para dar paso al artista. “Lo Mejor de lo Mejor” y “Kusturica”, ambas de Un Instante (2025), inician un viaje mágico de una hora y media.
A diferencia de años anteriores, Louta ya no tiene la necesidad de usar un exceso de cotillón, de meterse entre el público, ni de subir muñecos gigantes a escena. En cambio, configura una puesta que dispara luces de colores desde los tres costados del escenario, se apoya en una banda de nueve músicos que ejecutan a la perfección las canciones y un cuerpo de baile ecléctico con un despliegue escénico demoledor.
Junto a ellos logra una performance teatral intimista en “Nunca me Fui”, pero también provoca que Vorterix explote en una desorbitada versión de “Todos con el Celu” mientras el público, de un rango etario adolescente, aprovecha a grabar sus stories de Instagram.
Louta navega decenas de estilos sin prejuicio alguno, solo con la condición de someterse al disfrute musical: la salsa-pop de “Mente” se conecta con su reggaetón lo-fi en “Puro”. Para la ternura pop de “Ayer te Vi” (¿ya es un clásico de ésta generación?) aparece Zoe Gotusso, como si a la canción le faltase una pieza si la cordobesa no se apersona para jugarle de contrapunto. La química entre ambos es tan natural que produce un efecto contagio en forma de sonrisa en el público.
Después de varios momentos de frenesí, el final del show baja los decibeles: Louta interpreta un pedacito de “Palmeras” casi a capella como para despedir a un público que se fue cantando hasta la vereda.
Con el disco nuevo sumado al doblete en Vorterix, Louta nos invita a visitar por un instante su universo mágico que incluye canciones, bailes, colores, pero por sobre todo, buenas vibras.