Al ingresar al Galpón de la calle Rosetti nos encontramos con una fila de almohadones negros de gran tamaño donde la gente se tira a beber y charlar mientras disfrutan de las animaciones visuales proyectadas contra esas altas paredes blancas. No hay música. Se escucha en sourdine lo que esta pasando en el fondo… Una sensación de vacío e inmensidad. Una escalera roja eterna parece llevarnos al cielo, pero encontraremos ahí los baños y los camarines…
Antes de entrar a la sala de concierto están las barras donde el público excitado por el pronto inicio del show charla entre amigos. Es notable que la mayoría de los asistentes se conocen entre si: muchos saludos, reencuentros, abrazos, risas. Se mezclan a esa fauna los mismos artistas que se relajan un toque antes de subir al escenario. Reina un clima de buen humor. Ya quedo lejos el frio crudo que reina en esa noche invernal.
Pronto se abren las puertas del segundo galpón, ese pintado de negro, que tiene la particularidad de tener una pantalla gigante curva, y la cabina de DJ se encuentra en el centro de la pista. Allí dentro el público entra en comunión como si penetrara en un lugar sagrado. Artlab es una plataforma creativa que fusiona arte y tecnología. Inaugurada en 2022 por Gonzalo Solimano (director del Festival Mutek en Argentina, DJ y productor), es declarada de interés cultural por la legislatura porteña apenas un año después de su creación.
En esta última edición del ciclo, Ok Pirámides tocó después de la banda Los Riel. Si bien las pantallas se desaprovecharon y las luces estaban muy saturadas, el sonido fue un lujo. La banda convocó a la audiencia a vibrar con la oscuridad de sus riffs, marcados por los graves del bajo. Artlab estaba colmado como nunca. La propuesta transgeneracional del ciclo hace del espacio algo único. Así, reunió a diferentes grupos etarios a viajar en ese universo durante mas de cincuenta minutos, demostrando que el rock no ha muerto. Se mezclan los seguidores de Victoria Mil o de Isla de los estados, con un publico mucho mas joven. Detalle: ¡todos los concurrentes se saben las letras de las canciones! OK Piramides es capaz de generar tanto un baile pendular como headbanging . Las guitarras distorsionadas y bien ruidosas al estilo shoegaze nos llevan del punk a unos sonidos mas psicodélicos. Es casi imposible no entregarse a esa montaña rusa, donde picos y valles de intensidad se integran con fluidez. Es un llamado a la presencia, y esto es la propuesta en la que el grupo se adiestró.
Desde su formacion en 2013 y posteriores deformaciones la banda parece haber encontrado un equilibrio en esas cinco caras ( Julián Della Paolera –en voz, guitarra y composición–, Loló Gasparini –voz y composición–, Juan Martín Ferreira –bajo–, Nacho Jeannot –guitarra– y Carmelo Puy –batería.) elevando la Pirámide hacia una nueva era de madurez.
Abrieron el show con dos temas de su más reciente álbum, Truco menor (2022): “Están ahí” y “Aullo”. Es el primer LP en el que compone Loló Gasparini y del que más temas tocaron en el evento. Luego advino uno del self-titled que fue su debut, Ok Pirámides (2014): “31 de Diciembre”. Transmitieron una energía genuina y contagiosa que dotó al show de una gran vitalidad. Sus versos también irrumpen de esa manera, e invitan a una lectura igual de arriesgada, o incluso se resisten a ella. La poesía de los autores alterna entre lo filosófico y lo cotidiano inmediato con una naturalidad casi oral; “Fiesta gris”: “El caos nunca da igual/El mundo no cabe en una mitad/Diciendo verdades, no llegás/Por este nuevo viaje, consultar”.
Con los tonos graves de Julián Della Paolera fusionados con el dream pop que evoca la voz de Gasparini, el grupo termina de personalizar su sello. El show cerró para el mayor placer del publico con “Ubu Funk”, nuestros dos cantantes dieron sus últimos movimientos escénicos que los caracteriza: las caminatas lunares de Juli y los estiramientos yogui de Lolo. No había un cuerpo en la asistencia que no se estuviera moviendo.
“Mostrás esa mirada y no pasa nada/Pero siempre suena genial/Siempre suena” fueron las palabras finales del show. Única canción que se toco del disco Explota en Tu Cabeza (2016). El ciclo se organiza todos los sábados, y Gasparini (también curadora del ciclo) cierra como cada fin de semana la velada con su famoso DJ sets.
POR CLARA STREB
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