Formada en 2011, Mi Última Solución (MUS) nació a partir de la necesidad de fusionar géneros como el metal, el hardcore, el pop punk californiano y el easy core en español.
Sebastian Vázquez, voz principal de la banda, nos habla acerca de Reflejos de uno mismo, su más reciente lanzamiento: “El proceso de producción fue bastante extenso, comenzamos en el 2018 con la idea de componer un nuevo disco. A fines del mismo año y comienzos del 2019 yo caí en una depresión bastante fuerte la cual no me permitía casi salir de la cama. Por lo que tuvimos que poner pausa a todo el proceso. Después de recibir mucha ayuda terapéutica y el apoyo de mi familia y amigos pude salir adelante. Para cuando eso sucede nos agarra la pandemia lo cual volvió a frenar todo. Para 2022, ya de cara a lo que fue el festejo de los 10 años de “En cada caída”, nos metimos de lleno en el estudio, pero como los álbumes reflejan un momento de la vida hubo varios temas que tiramos al tacho.”
-¿Cómo fue eso?
– Nos pusimos a componer varias canciones para que el disco saliera a principios del 2023. Pero llegó un momento donde nos dimos cuenta que lo que estábamos trabajando no nos terminaba de convencer. Al sacar un disco después de 9 años, más que teníamos otros 2 discos que a la gente la había marcado mucho, sentíamos la responsabilidad de sacar un álbum que supere a los anteriores. Por eso, en 2023 tiramos más temas al tacho para entrar de lleno en la última etapa compositiva de lo que terminó siendo “Reflejos de uno mismo”. Ya convencidos de las canciones que habíamos hecho y sintiendo que eran los temas que más nos representaban, manteniendo la esencia de MUS pero con un sonido moderno y fresco.
– ¿Por qué decidieron trabajar con Manuel Rivarola y Javi Casas? – Con Javi creamos este proyecto desde los inicios allá por el 2012 con “En Cada Caida” donde pudimos plasmar nuestra primera obra. La producción fluyó muy bien desde el día 1 y por eso se volvió parte del equipo. Encontramos un aporte externo que para nosotros era imposible ver y así pudo maximizar nuestras capacidades. En cuanto a Manu, lo conocimos el año pasado y tuvo una química muy buena con Taiel (guitarrista y compositor de los temas) lo cual derivó en la composición original de toda la parte músical de Reflejos de uno mismo. Está completamente loco y lleno de ideas increibles (risas).
– El arte del álbum refleja un espejo roto. ¿Fue una elección de ustedes, de Mark Rechax? ¿Cómo lo trabajaron? – Reflejos de uno mismo recibe el nombre por dos cosas: la primera es que cada una de las canciones, son los pequeños fragmentos de cristal que en su sumatoria constituyen el espejo que nos devuelve el reflejo más genuino de lo que somos. Por eso la portada del álbum es un espejo compuesto de varios fragmentos unidos sin que le falte ningún pedazo. Y la segunda razón, es que nos gusta hacer referencias a otros temas o discos que ya compusimos, particularmente nos encanta cuando las bandas hacen eso y van reforzando el mensaje a través de los años. El nombre sale de la canción “Sur”, segundo tema de nuestro álbum “Falsos monumentos” que dice: “Y ese lugar distinto, reflejos de uno mismo, varias historias sin final”.
-¿Qué los motivó a planificar un álbum en vivo? -Siempre fue una idea que teníamos dando vuelta en la cabeza, ya que tanto Axel (bajista y corista) como yo (Seba, cantante) nos dedicamos al audiovisual. Por lo cual podemos resolver varias cuestiones nosotros. Siempre fuimos muy del hazlo tu mismo y más en este caso. Cuando se nos dió la oportunidad de hacer un Teatro Vorterix sabíamos que no podíamos desaprovecharlo y nos pusimos en contacto con colegas muy talentosos para que nos ayuden a lograrlo. Además, hace tiempo que la gente nos pedía que tengamos algún material en vivo, por lo que en parte también es poder corresponder un poco con todo el amor y apoyo que nos brindan.
– En los nueve años entre el disco anterior y este hubo de todo: parate, reencuentro, pandemia, celebraciones, nuevas canciones. ¿Cómo podrían resumir todos esos momentos hasta la llegada de este nuevo trabajo? -Lo que mejor lo resume creo que sería “una montaña rusa de emociones”. La cual hoy mirando hacia atrás nos deja varias anécdotas y enseñanzas. Y si bien hubo momentos de oscuridad que hubo que atravesar fueron totalmente necesarios para llegar a donde estamos hoy.