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Más vivo que nunca: Miguel Mateos en el Movistar Arena

El músico y su banda celebraron, una vez más, los 40 años de Rockas Vivas, uno de los discos más emblemáticos de su carrera.

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En la parrilla de la avenida Corrientes, que siempre se suma a poner la música de quienes tocan en el Movistar, sonaba “Obsesión” y un flaco pegaba alaridos a lo Miguel, con entusiasmo de sobra, pero afinación esquiva.

Los asistentes al show eran, en su mayoría, de 50 para arriba. También había personas más jóvenes, tal vez hijos de los primeros, arrastrados por esa herencia inevitable del rock que se transmite de generación en generación.

Cuarenta son los años desde que salió Rockas Vivas (1985), grabado en vivo y recordado hasta hoy.  Aquel país estaba desbordado y golpeado por la dictadura y la Guerra de Malvinas. Todavía había mucho para sanar y la música supo funcionar como una especie de trinchera. Ese contexto de ninguna manera le fue ajeno al disco y a las canciones compuestas por Miguel que no solo eran románticas, sino que funcionaban como un retrato de época. 

Cuando apareció en escena, el público saltó de sus butacas para ovacionarlo. Miguel salió vestido con un traje largo, entre principito y prócer, como si el tiempo lo hubiese consagrado antes de cantar.

La apertura fue “Mi sombra en la pared” y luego siguió con una serie de enganchados como “Peleando por tu amor” y “Donde arde la ciudad”, con coreo incluida e imitada por la gente, convirtiendo al Arena en una especie de clase de zumba gigante. El primer hitazo de la noche fue “Va por vos”.

Estuve trabajando en mi avatar porque yo también quiero mi muñeco”, dijo Miguel y en las pantallas apareció él mismo en versión IA, con el cuerpo de Han Solo, El Padrino, y Messi.

Más tarde llegó “Perdiendo el control” y también “Mensajes en la radio”, una que hacía mucho que no tocaban en vivo. Se escuchó un “uhhh” de satisfacción en varios fans. 

“Si tuviéramos alas” pasó con un despliegue visual muy lindo. Luego, Miguel se calzó la acústica para hacer “Fidelidad” y “Encuentra un lugar”. 

“Nacional” fue una de las más nuevas del repertorio a modo de homenaje al rock nacional, con retazos de letras canciones que sabemos todos. 

“En la cocina, huevos” no podía faltar de ninguna manera, como tampoco “Tira para arriba” que no dejó a nadie en su butaca. Para los bises quedaron “Obsesión ” y “Cuando seas grande”. 

Los músicos se presentaron, uno por uno, emocionados y felices de cerrar una noche grande en Buenos Aires, con la sala llena. 

El tiempo pasa, no vamos poniendo tecnos, pero el rock sigue ahí, dando el presente incluso en tiempos instantáneos. 

fotografías gentileza prensa Créditos: @simon_canedo @tobgross

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