Marilina Bertoldi: la dueña de la escena rock en argentina

Caía el frío en la noche porteña y la gente se agolpaba en el Complejo Art Media esperando que su artista favorita llenara de calor la sala. ”Ole, ole, ole, ole, Maruu, Maruu” gritaba el público, mientras Marilina se alistaba para hacer lo que mejor sabe: subirse a los escenarios, protagonizar shows en vivo de alto impacto y ofrecer un concierto potente. 

Una cortina plateada que cubría el escenario se corrió y dejó ver Bertoldi. Completamente de gris, con pantalones anchos, un saco enorme y con unas hombreras gigantes que creaban una figura única, Marilina Bertoldi empezaba a moverse al ritmo de “Es Poderoso” y el público automáticamente se rendía a sus pies. Tiempo después, continuaría con ‘Vivo pensando en ayer’ y “Cosa mía”.

Desde su último álbum Mojigata saltaría a “LÁ LÁ”, su más reciente single independiente, y al son de esta melodía llegaría uno de los momentos más espectaculares de la noche: dos asistentes subirían al escenario y empezarían a tironear de las mangas de la cantante, desplegando dos cintas enormes de sus brazos, mientras ella se movería de un lado a otro, como si fuese una marioneta.

Más tarde, habría un cambio de clima con vibes más rockeras, de la mano de “La cena” y de un cover de “When I Hear my Name”, de los White Stripes, que sería secundado por su ya clásico “Sexo con modelos”, entre susurros y guitarras poderosas, ofreciéndole a Maru la oportunidad para demostrar lo virtuosa que puede llegar a ser con la viola.

Pero, de repente, el escenario se vació. La artista bajó del escenario y se metió entre la gente hasta llegar a las escaleras, haciéndose lugar entre el público, para dar lugar al momento más íntimo del show en un formato acústico. “Remis” y “En mí”, fueron las pistas elegidas para el mini set que, entre gritos, declaraciones de amor y miradas quebradas, lograban que Marilina y su público se volviesen uno.

Ya de vuelta en el escenario, la artista se pondría en rol de guitarrista para continuar con la dosis rockera y haría un repaso por temas de toda su discografía, como “La Casa de A”, “Cosas dulces”, “Claro ma”, y “Pucho”, soltando su lado más irreverente y desatado.

De la mano de “Correte” se viviría el momento más psico de la noche por parte de un público que haría temblar el complejo. Para el cierre, llegarían a dúo “O no?” y “Racat”, y ya vestida con un tapado de piel blanco y gris de lo más divino, Marilina daría un descontrolado final con “MDMA”.  Entre gritos, aplausos y un abrazo emotivo con la banda, se despediría de su gente esa noche de viernes en Complejo Art Media que tuvo entradas agotadas.

Marilina Bertoldi se reafirmó, una vez más, como una compositora que mantiene vivo al rock en la escena nacional con un show de alto despliegue escénico y rockero. Dejando en claro que se sigue consolidando como una de las mayores representantes del género en la actualidad.