La banda platense duplicó la apuesta en el mítico Estadio Obras, para continuar con la presentación de su último material y repasar treinta años de carrera a sala llena.
La noche fría de sábado contrastó con el calor generado por el espectáculo que Guasones brindó para una multitud de fanáticos y fanáticas, los cuales coparon el emblemático Estadio Obras, el templo del rock, por segunda noche consecutiva en el marco de la presentación de El Huracán Vol. 9 (2022), el flamante trabajo del grupo.
Luego de una hora exacta de espera desde la apertura de puertas y mientras el establecimiento se llenaba a gran velocidad, el conjunto empezó el show a toda marcha con “Me muero”, un clásico de su tercer disco Como animales (2003), y continuó con “El huracán”, una de las pistas de su novísimo registro, y de las cuales varias sonarían a lo largo de la velada, maridadas junto a las otras canciones de su vasta discografía.
Con un sonido impoluto de principio a fin, Facundo Soto hizo de las suyas de un lado al otro de las tablas, mientras la banda demostraba su saber hacer en en pistas tales como “Ella sabe”, “Pobre tipo”, “La vida es así” -parte de su último LP-, y “Estupendo día”, entre otras, marcando contrapuntos entre las diferentes partes de su extenso repertorio.
En la lista hubo tiempo para un medley entre “El tren” y “Flores negras” -la primera de su noveno disco y la segunda de Toro Rojo (2005)-. En tanto el público deliró, cantó, bailó y arengó, del otro lado casi que no hubo respiro dada la catarata de canciones que la agrupación platense ofrendó a sus seguidores “Del otro lado de la ciudad”.
“Muchas gracias, dos noches hermosas, los amo”, declaró con síntesis del frontman para la alegría -conjunta- de la enorme audiencia que disfrutaba cada nota que salía desde el escenario y que encendió una fogata musical que iluminó el Templo con un éxtasis de rock.
Con el correr de los minutos, un torrente de hits continuó la larga lista de temas de la noche, la cual se completó con exponentes como “Tan distintos”, “Pasan las horas”, “100 años”, la inmortal “Reyes de la noche”, y “Gracias”, mientras que el público extasiado no paró de festejar y disfrutó de la ocasión como si fuese la primera vez que la banda se presentaba en el mítico estadio.
“¡Gracias por bancarnos en estos treinta años¡”, exclamó Soto para dar curso al pequeño set de bises que finalizó con un rescate del debut Guasones, “La flaca Pili y el Negro Tomás” -publicado en el autotitulado del año 2000-. De esta manera, con una segunda noche en el Obras, el quinteto dejó más que claro que estas tres décadas no solo los consagran artísticamente sino que todavía hay mucho rock por andar.