Estelares en el Gran Rex: A veces somos tan melodramáticos
La banda de La Plata -y un poco de Junín- sigue festejando sus 30 años en escena y esta vez lo hizo ante un teatro repleto. Hubo mágicas canciones y promesas de nuevo disco.
Las Lunas (2019) es un disco que según el propio Manuel Moretti (voz principal) tiene un sonido matinal y familiar que habla de la historia que construyó en ese núcleo. Ese disco fue el elegido para arrancar y para varias intervenciones durante el show. Primero “Montañas de amor”, luego la homónima “Las lunas”, la más conocida “Ríos de lava” y “Horneros cantantes”, por la que Manu dijo que “a veces las canciones salen redondas para expresar lo que se siente”.
Los fans se llevaron un regalo en vísperas del armado del arbolito: Manuel se colgó la guitarra y se escucharon los primeros “uhh” del público que sabía que se venía algo especial. Con los primeros acordes de “Superacción”, más de uno quería salirse de la butaca de la emoción. La canción está en Una temporada en el amor (2009), un disco del que Moretti siempre cuenta que había escrito en plena depresión por su economía sin muchos ánimos de nada, pero que al final le dio de comer. “Por suerte me equivoqué”, dijo. Y es que en ese álbum también hay hitazos- que además sonaron en esta noche del Rex- como “Cristal”, “Melancolía” y “Las trémulas canciones”. Otra que sonó de esa producción fue “No hay más”, compuesta por el bajista Pali Silvera siempre bien recibida por el público.
La infaltable “Ella dijo”, fue la que sonó antes de la nueva “Ella”. ¿Quizás con algún punto en común? Debe estar en lo inalcanzable. Por un lado una mujer que “no quiere nada más” y por el otro una especie de sirena que conquista con su belleza, pero ya sabemos cómo terminan esos cuentos.
Manuel, como siempre, se conectó con su público al que le agradeció por la amabilidad de los aplausos en varias oportunidades. En uno de esos diálogos anunció que el año que viene hay nuevo disco al que los seguidores están esperando con muchas ansias.
“Rimbaud” también es de las infaltables y esta vez, además de contar que la compusieron para la Universidad de Bellas Artes, agregó: “Le debemos todo lo que somos a la educación pública, pero además, fuimos tratados y cuidados por la salud pública”.
“Nosotros a veces somos como un melodrama italiano”, dijo el cantante antes de la festejada “Alas rotas”. Quizás ese melodrama es el que tanto gusta y el que deriva en canciones tan distintas, que se meten en historias de amor, desamor y tantas otras escenas de la vida diaria que se traducen en un lenguaje poético. Ahí también aparece la injerencia fantasmagórica de Leonardo Favio, de quién Moretti se confesa siepre fan, porque si de dramas se habla, ese hombre sabía demasiado.
Para “Día perfecto” ya no quedaba nadie en su butaca, merecía un poco de pogo, aunque sea en el lugar. Los bises trajeron a “¿Quién no se ha besado en Mardel?” y para “Doce chicharras”, apareció la cantante Carmen Sánchez Viamonte con quien ya habían compartido escenario en La Plata. Para “Es el amor” el invitado fue Nahuel Pennisi, que no solo se lució sino que además la gente no paraba de aplaudir y corear su nombre.
El cierre quedó en el costado izquierdo de cada uno con “El corazón sobre todo”, la que no estaba pensada como hit y hoy es mucho más que eso: tal vez ya se puede considerar un himno de Estelares.
Uno del público tiró que hubiera estado bueno que el show fuera en otro recinto para saltar “un poco más libres”. Teléfono, muchachos, quizás sería una buena forma de cerrar los 30 años en algún lugar sin butacas, ¿no? Seguro será perfecto.