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El Último Vecino: “Juro y Prometo es el regreso a la salida”

A partir del lanzamiento de su tercer álbum, el compositor barcelonés Gerard Alegre relata cómo surgió esta nueva creación que remite al synth pop y al new wave de los ochenta.

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El Último Vecino es el proyecto que encabeza Gerard Alegre, quien, en un mano a mano con REVISTA EL BONDI, contó lo que sucedió en torno a la creación de su flamante LP, Juro y Prometo (2022), el cual salió después de una serie de simples que el artista barcelonés publicó entre 2014 y 2021.

Luego de abandonar el camino de las bellas artes y continuar con la música, desde su debut autotitulado en 2013, este creador rescató elementos que oscilan desde los sonidos dark de los 80 -con The Cure a la cabeza-, hasta el synth pop, tanto de origen británico como español. Con canciones sencillas, pero con líricas mucho más profundas, su obra se convirtió en una referencia del indie ibérico, influencia que se extendió con una segunda placa tres años después, además de los mencionados simples y EPs.

El lapso entre Voces (2016) y el registro actual tuvo que ver con un bloqueo del compositor para trabajar en una empresa tal como la producción de un álbum. Ante la pregunta obligada, reconoce: “No tengo la menor idea, simplemente pasó. Si supiera cómo romper los bloqueos no solo sacaría más discos, sino que sería más feliz y podría ayudar mucho a los demás”.

Grabar un disco no es tarea fácil. Hay muchos procesos que se superponen, personas involucradas, creatividad, emociones que se mezclan, tal como puede ocurrirle a cualquiera. Más aún con los hechos de los últimos años. “Para mí, Juro y Prometo es el regreso a la salida. Como se dice aquí también: el regreso a la casilla de salida. De allí creo que me será mucho más fácil y tendré una perspectiva más amplia para saber en qué dirección quiero ir”, explica.

La liberación que describe el cantante tuvo un impacto positivo, no sólo desde la creatividad, sino también en un estado de ánimo que puede escucharse en sus canciones más recientes, cuyas reminiscencias al pop español de los ochenta y primeros noventa son indiscutibles.

Secundado por Bernat Castells en guitarras, Manuel Leal en batería y Pol Valls en sintetizadores, en esta nueva entrega existe una impronta que marca un notorio cambio no sólo en la dinámica de publicaciones del pasado, sino que se nota un aire de felicidad que trasciende al disco (“Ábreme La Puerta”). Una energía que impulsa cada una de las nueve canciones que componen el material y hasta se toma el atrevimiento de imprimir influencias dramáticas que remiten al post punk (“Otra Vez Tú Delante”), las cuales se entremezclan con sonidos con una raíz típica de la canción española.

-¿Cuál fue tu norte en la creación de este álbum?

-No reflexionar en casi nada de lo que quería hacer. Me da mucha rabia esta frase, pero es que realmente creo que sucedió así: dejé fluir sin pensar.

A esa suerte de origen fortuito que tuvo Juro y Prometo hay que sumarle la influencia del productor InnerCut (Adrià Domènech). De impacto notable, diferencia al novísimo larga duración de los anteriores. Ese trabajo en conjunto fue el resultado de que “teníamos todo el tiempo del mundo y hablábamos largo y tendido sobre la sónica del álbum”, explica.

-¿Hay planes de venir a la Argentina en el corto o mediano plazo?

-Si fuera por mí, en una semana nos tendríais allí.

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