El proyecto que Mateo Sujatovich inició hace menos de un lustro alcanzó un verdadero hito en el Movistar Arena: es la primera vez que Conociendo Rusia se presentó en un estadio capaz de albergar quince mil personas y con entradas agotadas completamente. El fenómeno resultó tal que fue necesario sumar una segunda fecha, la cual tendrá lugar en el mismo predio, el próximo 16 de diciembre.
Tras visitar México, España, Colombia, Paraguay, Ecuador y algunas ciudades del interior de Argentina, llegó el momento de tocar en la ciudad que vio nacer el proyecto de Sujatovich. El estadio ubicado en Villa Crespo se fue llenando rápidamente, al son del ya clásico “Olé, olé, olé, Ruso, Ruso”.
Cuando las luces se apagaron, la introducción hizo que el público estallara mientras que desde las profundidades del escenario emergió el hombre de la noche, secundado por su banda compuesta por Guille Salort -batería-, Chechi De Marcos -coros y guitarra acústica-, Benja Rampoldi -teclados-, Juan Giménez Kuj -bajo y dirección musical- y Nico Btesh -guitarra y dirección musical-, un soporte importante del cantautor según él mismo declaró en diversas oportunidades.
Como suele decirse, la fecha ameritaba tirar toda la carne a la parrilla. La puesta en escena, sobria pero no por ello carente de calidad, se combinó con el talento visible de la banda, sumados a otros músicos, invitados especiales, un trío de vientos y hasta un cuarteto de cuerdas.
También se montó una pasarela que se adentraba en el campo y que le permitió al compositor estar más cerca de su impresionante y numeroso séquito de fans, quienes cantaron a la par de él durante el transcurso de la velada. Desde diferentes ubicaciones, se podía apreciar personas de pie hasta en el último rincón del estadio agitando y retro alimentándose con la felicidad de un Sujatovich que vivió una noche de esas que no se borrarán jamás de su memoria.
La mayor parte de las canciones que sonaron fueron de su segundo trabajo, Cabildo y Juramento (2019); “30 años”, “Cosas para decirte”, “Luces de neón”, y hasta la que le dio nombre al disco, fueron las que sonaron entre otras. Luego de preguntarle a la concurrencia cómo estaba, el cantante agradeció, señaló lo “increíble” de tocar en un lugar así en su propia ciudad, y remató: “no hay nada más lindo que cantar acá en casa”. Inmediatamente después, siguió con “Mi casa tu casa”, una de las canciones que sonaron de su más reciente trabajo La Dirección (2021).
Luego de una tanda de siete tracks, llegó el segmento acústico. El momento contó con la ya mencionada sección de cuerdas que acompañó al frontman en “Disfraz” -tiempo en el que hubo una cita a “Ojos de videotape” de Charly García-, “La Luna” -una de las tres composiciones que rescató del álbum debut publicado en 2018-, y “La dirección”. Tras eso, la banda completa sumó a Feli Colina en voz y Fran Azorai en teclados para interpretar “Montaña infinita”.
“Yo estoy como en un sueño, no entiendo nada pero entiendo todo”, dijo emocionado el galardonado músico, mientras repasaba más temas de su repertorio antes de despedirse. El estadio entero cantó el estribillo de “Quiero que me llames” previo al set de bises, el cual incluyó “Cosas para decirte” y “Vos y yo/Bruja de Barracas” -con la participación de Patricio Sardelli en el solo de guitarra-; para el momento del cierre, quedó tiempo para el ya clásico “Loco en el desierto”.
Un show con entradas agotadas fue la consagración definitiva de Conociendo Rusia como uno de los proyectos de rock/pop más importantes del momento, con una trayectoria que en muy poco tiempo pudo cosechar una base de fanáticos y fanáticas que no sólo se encuentran en la Argentina, sino que se extendió al resto de la región. Un show con un sonido impecable, músicos y músicas con gran talento, y canciones que dan una bocanada de aire fresco muestran una renovación que viene con mucho empuje y muestran que lo que vendrá será aún mejor.