El flamante trabajo de Abril Olivera cuenta con ocho canciones, donde se fusionan el pop, el soul, el jazz y el rhythm and blues de una manera bien personal. Su presentación en vivo será el jueves 13 de julio en Niceto Club, en el barrio de Palermo
“El proceso de composición y producción fue muy lindo”, recuerda Abril y explica que trató de “no sufrir con los tiempos y de acoplarme a lo que tenía, como podía, muchas cosas las grabé con amigos, otras cosas sola y lo recuerdo como un proceso muy lindo y nutritivo”.
Así, cuando nombra a los amigos se viene la conjunción de artistas que se sumaron a sus canciones: Acus, An Espil, Magamo, y nada menos que Fito Páez. “Los tres primeros son colegas con quienes estoy en constante contacto, tocando siempre”.
-Se dio todo natural entonces.
-Claro. Fue muy natural para mí. Mismo las canciones se dieron de manera natural, no es que yo quise hacer feats, sino que fuimos componiendo y bueno, pintó que salgan en mi disco. Con respecto a Páez, eso fue como otra cosa distinta en la cual yo fui a grabar unas cosas para él y me preguntó más o menos qué estaba haciendo yo, le mostré y así también, natural y orgánicamente grabó y la rompió.
-¿Qué sentís que más cambiaste respecto a “Espacios” y qué mantuviste de lo realizado en aquel EP?
Lo que se mantiene es mi esencia y quizás también podría decir que se mantiene en algún punto la melodía como protagonista de las canciones, eso es como bastante claro. Después el sonido, siento que este disco suena mucho mejor por una cuestión de que yo también crecí y ya tenía esa experiencia. Entonces me generó más libertades para poder también experimentar otros sonidos teniendo en cuenta que ya tenía más herramientas. Pero eso cambió. El sonido, por un lado, pero lo que se mantiene creo que es la esencia y la melodía.
-Estás en constante movimiento, tocando con distintos proyectos, ¿cómo enriquecen todos esos trabajos a tu faceta solista?
-De todos me nutro, de todos tomo algo, ya sea lindo o feo, siempre aprendo. Soy música sesionista, por ende, necesito trabajar y hago trabajos para otros. Por suerte, con los años puedo elegirlos y cada vez son cosas más lindas. Pero, de todas maneras, siempre algo tomo, algo me inspira, algo aprendo y eso es muy lindo.
-¿Cuál es el primer recuerdo que se te viene a la mente con la música?
-Mis padres tenían en un momento un estudio donde ellos daban clases y nosotros vivíamos ahí, también en ese estudio y yo era muy bebé. Me acuerdo de dormirme con el coro ensayando al lado y como entender un poco lo que estaba pasando en el audio, que se me metan los sueños, entender que se estaba cantando en el cuarto al lado y yo muy bebé, no más de dos años. Ese es como mi primer recuerdo de la música que tengo, si voy como lo más atrás de lo atrás de mi conciencia. Y ejecutarla, como canto de muy chiquita no tengo como un primer recuerdo de haber cantado. Sí tengo como una escena que no me olvido de composición siendo chiquita, que yo estaba con el corazón roto en una niñez porque un compañero no me daba bola y me acuerdo de decir “quiero cantar una melodía que sea propia”, como sentir eso, sentir ese primer impulso. Después tardé muchos años en componer y en sacar mi música, pero ese es como mi primer recuerdo, mientras me bañaba pensar en inventar una melodía, a raíz de una tristeza romántica.