David Lebón: “Con todo respeto, me considero el Clapton argentino”
El Ruso brindó una conferencia de prensa en la que contó detalles sobre el repertorio que dará en la previa del show de Eric Clapton en Vélez. Además anunció su regreso a Obras en el marco de su Herencia Lebón.
El presente del guitarrista, compositor y leyenda del rock nacional parece tocado con una varita. Pero “no fue magia”, son años de trabajo y talento puestos a disposición para que pase todo lo que está pasando ahora. Aunque también se lo adjudica en parte al “creador”, mientras se encarga de aclarar que no es creyente pero que le agradece todo el tiempo a esa figura mística.
Lebón llega a la conferencia rozagante y con una sonrisa inmensa. No es para menos. La maratón de anuncios viene así: está realizando su autobiografía con el periodista Marcelo Fernández Bittar; se metió a grabar un disco nuevo; el 20 de septiembre tocará como telonero de Eric Clapton en Vélez y el 29 de noviembre regresará a Obras.
Todo esto sin contar que hace poco recibió el premio Gardel a Mejor Álbum Artista de Rock por Herencia Lebón (2023) y que llenó el Movistar Arena para presentarlo.
Un poco en chiste y un poco en serio, él mismo se adjudica el título de considerarse “el Clapton argentino” por sus similitudes tanto en lo personal como en lo musical. ¿Y quién sería capaz de decir lo contrario?
Según sus propias palabras, tocar de telonero es cumplir un sueño. Ese sueño tiene una espera de 34 años. En 1990, el músico británico hizo un show en River y El Ruso iba a ser su telonero, pero por diferentes motivos eso no se pudo hacer.
“Me llamó Daniel Grinbank y me dijo mirá, David, te tengo que decir algo, te van a bajar el volumen, te van a dar tres micrófonos, no vas a tener monitoreo y no va a ser el show que vos querés tener. Yo vivía a seis cuadras de River en ese momento. Me acuerdo que lo que lloré esa noche, solo, en la terraza de casa”, relata pero agrega en modo reivindicatorio: “pero realmente siempre le voy a agradecer a Grinbank porque ahora si, ahora es el momento”.
Y esa afirmación la termina de cerrar ante la pregunta de qué le diría hoy a ese Lebón que se quedó llorando en la terraza. El Ruso habla de que todo empezó a suceder “y a venir”. “Yo empecé a sentir, a componer y a cantar mejor que en otras épocas. Algo bueno habré hecho, pero no iba a pasar a los 30 esta posibilidad”
“Todo es día a día. Cada vez que yo me levanto tengo una respiración nueva y eso quiere decir que es una oportunidad nueva para mi. Cerrar los ojos, darme cuenta que estoy vivo y disfrutar el hoy. Mañana, veremos cómo me levanto. Hoy estoy más que feliz. Todo tiene que ver con esto. Yo viví la época igual que Eric donde no había plomos, no había asistentes, donde tenía que aprender a cantar de verdad. Por eso si ese yo de 34 años me preguntaría por el futuro le diría que no sé lo que va a pasar”, reflexiona.
El show de Obras también lo tiene entusiasmado, aunque afirma que allí no habrá ningún adelanto de su nuevo disco del que prefirió guardarse los detalles. Obras carga con un misticismo que lo tuvo muchas veces como solista, como invitado y como miembro de Serú Girán. Ni más, ni menos. “Cuando pise obras voy a volver al futuro. Tengo una banda maravillosa y va a ser hermoso porque ya lo siento adentro mío, siento la gente que va a ir porque Obras fue donde arrancó todo lo mejor. Volver con la frente alta va a ser una felicidad”, sostiene.
La tarea de la autobiografía no será nada fácil. Hay mucho para contar no solo de su huella en Serú Girán, Polifemo, Pappo’s Blues, Billy Bond y La Pesada del Rock and Roll, Pescado Rabioso y obviamente toda su faceta solista, sino que además retratará su vida familiar y personal, en donde hay muchísimo para contar desde su madre como sobreviviente de la Segunda Guerra hasta las dos veces que lo chuparon en dictadura solo por ser músico.
“Todavía no cerré el libro de autobiografía, me falta leer la mitad de lo que empezamos a hacer. Ya le dije a Marcelo (Bittar) que todavía no terminó y me siento con mucha vida para seguir. No tengo miedo, ni tengo ninguna enfermedad. Y además no lo cerraría simplemente para no atraer a la parca”, termina entre risas.