Buenos Aires se prepara para recibir a un representante del rap ibérco que tiene más de una década de trabajo y construcción tras de sí. Hoy en día, algo quizás a contracorriente que alguien que porta un perfil generalmente bajo, que no se sube a la ola de las tendencias, esté tan vigente como Foyone.
Oyentes de rap pero también artistas del género en Argentina y Latinoamérica lo resaltan como un referente, como alguien que inspiró los primeros versos o que suena en las últimas reproducciones de otros. Esta presencia va acompañada del buen momento que está atravesando el rapero malagueño: ha vuelto a Sudamérica luego de bastante tiempo, y la recepción de su último álbum, DEMONI, está siendo altamente positiva entre sus seguidores y, como él mismo resaltó en su charla con Revista El Bondi, particularmente en el vivo.
Fue en abril de este año cuando DEMONI vio la luz y marco una vez más la constante búsqueda de Foyone de subir la vara de su propia obra, tanto desde lo meramente lírico como también en conjunto con su cómplice perenne, el también malagueño Sceno, productor reconocido y respetado a lo largo del mundo del rap hispano. El disco atraviesa distintas atmósferas track tras track, pero puede notarse que a la lucidez a la que Foyone nos tiene acostumbrados y a las impresionantes transiciones instrumentales del gran Sceno se les suma una plusvalía de calidad que habla de que ambos artistas siguen caminando codo a codo con lo más pulido de la escena española de hip hop.
Foyone mismo certifica que hay una búsqueda de superación involucrada ante la consulta de cómo, cuándo y dónde le recomendaría a los oyentes degustar por primera vez este álbum: “Al atardecer, con el Sol en el ocaso. Que se lo escuche en un estado de ánimo enbajonao’, que sirva un poco de catarsis, que fue como yo lo he hecho. Intentando buscar la luz, intentando superarme.”
Este ímpetu hacia adelante tiene mucho que ver con cómo el artista se percibe a sí mismo. Sigue sorprendiéndose cuando raperos o raperas que él reconoce o admira le comentan la influencia que sus versos tuvieron en ellos, y cómo su carrera y sus perspectivas sobre el mundo plasmadas sobre canciones fueron importantes para muchísimas personas. Comenta, entusiasmado, cómo fue que todos los artistas que participaron del RapSinCorte L tras 10 años de carrera (Ptazeta, Recycled J, Bejo, FERNANDOCOSTA, Sofía Gabanna, Las Ninyas Del Corro, y los próceres del rap ibérico ToteKing, Kase.O y Elio Toffana, entre tantos otros) aceptaron encantados y predispuestos participar de esa edición especial, y puede verse en su expresión que, sinceramente, además de agradecido lo tomó por sorpresa que todos aquellos artistas acepten ser parte y estén tan encantados con la invitación.
Entiende y aprecia ese reconocimiento, pero no deja que le ate las muñecas a la hora de trabajar, no es un centro alrededor de lo que su trabajo orbite. “Yo sigo haciendo mi música, y creo que al final es lo más sano, porque si no se te puede subir a la cabeza. Yo soy lo mismo que cualquier persona que hace música… Tengo más años que un chaval que acaba de empezar, pero lo importante es esa ilusión, no perderla y seguirle dándole, que, al final, es lo bonito que tiene la música.”
Es claro su compromiso con el resultado final de sus trabajos, así como el de Sceno, quien es su productor de cabecera desde su primer disco, y con quien ha construido una simbiosis de trabajo muy prolija. Al ser de la misma ciudad de España cuentan con una dimensión de la practicidad ya ganada, pero también ambos aprendieron y gustan de trabajar con el otro y poseen a día de hoy una dinámica fluida y natural que Foyone describe como “una bendición”. Los dos se involucran a fondo, y de hecho cubren el 360° del proyecto de “DEMONI”, desde la mezcla hasta el arte de tapa. “Siempre fuimos controladores en ese sentido” aclara el rapero, agregando que si no hacen alguna cosa ellos la delegan pero siempre a algún amigo de confianza.
Este funcionamiento hace que construyan las cosmovisiones de los proyectos de forma conjunta sin tapujos: “Así podemos empujar la canción hasta llevarla al punto que queremos, y eso también es algo que sale con fluidez”.
Además de por su último lanzamiento, el nombre de Foyone ha pasado mucho de boca en boca durante los últimos años en Argentina y en el mundo hispano en general a partir del regreso histórico de la Liga Bazooka, competencia icónica de batallas escritas de base en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Hace 10 años, en la primera etapa de la competencia, se dio una batalla internacional que sigue reclamando fuerte atención: Foyone vs. Papo.
Aquella primera vez de Foyone en suelo marplatense es recordada con cierto cariño por el malagueño, que comenta que Papo ha vuelto a invitarlo a la Liga Bazooka. “Ahora quizás estoy en otro momento de mi carrera”, explica para responder la inquietud acerca de las posibilidades de que eso ocurra. “Admiro mucho a la gente que hace eso porque le tienes que poner mucha energía. Con esa presión de que ‘ojo que me van a estar midiendo con otra persona’… Ufff, ¿sabes?” Se ríe y suma: “Ahora es súper masivo, en ese entonces éramos cuatro gatos. Lo han llevado a un punto súper mainstream, bravo por ellos.”
Eso de estar en otro momento de su carrera es notorio en varias cuestiones. La principal, quizás sea, justamente, lo relativo a los relatos que forman parte de este último lanzamiento. Se lee en sus líneas (y entre ellas, por qué no), algo de búsqueda y hallazgo de un centro artístico dentro de sí que Foyone viene construyendo ladrillo a ladrillo desde hace más de una década. Y eso es lo que le espera a los asistentes a su show en Uniclub este 8 de septiembre: un repaso por los distintos y nutridos capítulos de su carrera, un recorrido por su colección de RapSinCorte, y una puerta de entrada a su última obra, que realmente vale la pena.
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