Sara Hebe en el Teatro Flores: Salta la bronca y el compromiso

Se fuma uno que le convidan desde el público. Twerkea, mami, twerkea. Le pregunta a su gente cómo están, cómo estuvieron antes de ayer. Sara va por todos los frentes sin tibiezas y de paso hace mover el culo porque, ¿quién dijo que no se puede bailar en la rebelión? 

“Ustedes saben que la fuerza que tenemos como pueblo es una historia. Una historia de la Argentina como territorio. No podemos desoír ni descreer todas las historias de rebeliones que hay a lo largo y a lo ancho”, dice en uno de sus tantos mensajes de la noche mientras la gente canta contra Milei. 

Luego de “Desesperada” le tiran un cartel que dice “mi cuerpo, mi decisión” y en el público se alzan varios pañuelos verdes. Siguen “Urgente”, “ATP” – que originalmente la canta con Juliana Gattas- y “Dale” para la cual invita a Sassyggirl ante un público completamente entregado al baile frenético. 

La versión punki de “Corazón vacío” de María Becerra sacude Flores que la corea de principio a fin. ¿Se prenderá María para hacerla así en River? Se la dejamos como sugerencia. 

El show es compacto pero contundente. “La bronca” deja con ganas de más pogo y con “El pedido” se empieza a arrimar el final que redondea con “Asado de faso” y “A.C.A.B.” y bien sabemos que nadie se suicida en una comisaría. 

La música se convierte en la trinchera necesaria para contener cuando en la calle hay tanta desesperanza y angustia. El compromiso de artistas como Sara Hebe marcan una gran diferencia a la hora de que el público elija a quién ir a ver y una vez más, no defraudó. 

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