Fabiana Cantilo presentó “Apocalipsis No”, su ópera rock

“¿Se entendió?”, preguntó varias veces Fabi. “Apocalipsis No tiene que ver con todo esto de escaparse del planeta y demás. Espero que se haya entendido todo”, dijo antes de cerrar su show de dos horas. Este no fue uno más. En las redes todos los días tiraba una punta de adelanto, pero mantuvo el misterio hasta el último minuto. 

La ópera rock navegó por casi toda su discografía, pero de una forma especial: seis bailarines/cantantes en escena, su banda, dos pisos de escenario, una torre de 10 pisos, cambios de vestuario, luces y proyecciones. 

Arrancó alta en la torre con “Un monstruo en la laguna”, una gran reversión de “Algo flota en la laguna” de Pescado Rabioso, y algo flotaba en el aire del Luna que mantuvo al público hipnotizado. Fabi no dijo ni una sola palabra- con lo verborrágica que es- ya que si no perdía el hilo de la obra. 

En “Nada es para siempre” los fanáticos se sintieron un poco más invitados a corear y abandonaron la timidez. Un ángel abrazó a Fabi y los bailarines la rodearon. 

La ópera tiene una carga de mensajes místicos y hasta holísticos. No por nada Cantilo dejó este mensaje que se podía leer en la explicación del show: “Es muy importante que tratemos de vibrar más alto, conectar con la frecuencia de la luz del espíritu, es un esfuerzo de libre albedrío que tenemos que hacer cada uno individualmente. A mí me toca ser puente, plasmando a través de mis canciones la idea del paso de lo más denso a lo más elevado, de los más oscuros a lo más iluminado”. 

La introspección también fue protagonista como en “La batalla” donde estuvo acostada en el piso y solo se la podía ver a través de las tomas de la cámara en formato cenital. Mención aparte para Marisa Mere que se destacó en todos los temas como corista – y Fabi luego la presentó como su profesora de canto- y en este en particular tuvo una gran aparición desde la torre de 10 metros. También en “Ya no quiero” hizo lo suyo al estilo “The great gig in the sky” de Pink Floyd. 

Para “Desde el cielo”- con Marian Pellegrino de invitado- Cantilo se subió a una tarima que emulaba una nube y recorrió toda la platea baja para el deleite de las miles de personas que podían admirarla de cerca. Ella siempre espléndida, aun cuando hubo fallas en el sonido. 

Fena della Maggiora estuvo presente en “La arena del amor” y la banda Silvestre y La Naranja tuvo su participación en “La era del dragón”, que habla mucho de eso de escaparse del planeta. 

El final fue con una de Fito que sabemos todos: “Fue amor” y el público quedó cantando a capella “cada vez que pienso en vos, fue amor, fue amor”. Fabi Cantilo sabe muy bien cómo es eso de reinventarse. Se lució ante su primer Luna como solista y con el estadio lleno. Una muestra más de que los clásicos siguen vigentes y todavía hay mucha tela para cortar. 

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