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Estopa celebró sus 25 años en el Luna Park

La banda de los hermanos Muñoz volvió al suelo argentino para repasar su trayectoria y presentar algunos temas nuevos.

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Allá por los 2000, cuando todavía existían los canales de música y las radios que hacían rankings de hits, Estopa empezó a sonar por todos lados con “Tu calorro” que rápidamente los consagró. “Fui a la orilla del río y vi que estabas muy sola”, cantan al inicio y así fue cómo arrancaron el sábado por la noche en el Luna Park ante un público que estalló con el primer acorde. 

David y José Muñoz, junto a una gran banda, volvieron a Argentina después de largos años y por primera vez tocaron en el mítico estadio de Avenida Madero. El show fue dividido en capítulos que repasaron toda su discografía y algunos temas de Estopía, su nueva producción, como “El día que tu te marches” y “Mañana clara”.

“No tenemos ni idea qué tipo de música hacemos”, dijo David aludiendo a que cada vez que le preguntan qué género hacen no saben qué responder. Y es que Estopa puede ser un género en sí mismo donde conviven las innegables raíces catalanas, el flamenco, el rock  y hasta una ranchera con tintes de ska. 

“La raja”- ese otro hit que sonó en las radios de nuestro país millones de veces- abrió el capítulo “rumbero” y le siguieron “La pescailla”, “Cajones” y “Demonios”, que incluyó unos cuernitos de cotillón que les tiraron desde el público. 

“Este tema está dedicado a la clase obrera en estos tiempos tan oscuros”, anunció David antes de hacer “Pastillas de freno”. El público a decir verdad no acompañó demasiado el mensaje como viene sucediendo con otros artistas. En las imágenes de fondo se podían ver fragmentos de “Tiempos modernos” de Charles Chaplin. Este tema describe una jornada laboral de un obrero, algo que José y David conocen muy bien porque antes de todo este éxito eran trabajadores de una fábrica de autos. 

La noche se fue cerrando de a poco con “Vino tinto”, “Ojitos rojos” y el himno “Como camarón” que marcó el final definitivo ante un Luna Park colmado de público que llegó de todas partes de Argentina e incluso de países limítrofes. 

La noche del sábado fue una especie de túnel del tiempo con un montón de temas que la mayoría de los presentes conoció en su adolescencia o primera juventud. Los Estopa, por suerte, son como los vinos y con los años se pusieron más buenos y solidificaron su carrera que coronan con esta gira de los recuerdos. ¡Salud!

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