Está claro que a esta altura ya resulta obsoleta la discusión acerca de qué sonidos abarca el género indie. Dicho esto, podemos afirmar que Erlend Øye es un referente del mismo, o al menos, en algún medio especializado lo han llegado a identificar como“héroe del indie”.
Porque el noruego, que ya nos deslumbró con The Whitest Boy Alive y el año pasado con el dúo Kings of Convenience, volvió junto a su nuevo grupo La Comitiva para darnos un show en el que no faltó intimidad y calidez.
Junto a los trovadores italianos Stefano Ortisi, Luigi Orofino y Marco Castello formaron un cuarteto de juglares trotamundos al servicio de canciones tan agradables que hicieron olvidar que fue un domingo a la noche y al día siguiente había que volver a la rutina.
El protagonismo se vio repartido por partes iguales con Øye como eje central: mientras que el noruego se encargó de cantar “Fence me In” con su charango, Castello le puso su voz a “Beddu” acompañado de su guitarra criolla mientras que Orofino hizo lo propio con “Amsterdam” luciendo su cavaquinho . Incluso en “Altiplano” y “Paradiso” mostró su gran habilidad para cantar en italiano. Según él, Argentina es “el único país donde ser italiano es sexy”.
El momento de más intimidad llegó con los cuatro músicos sentados alrededor de un micrófono omnidireccional que creó un ambiente de cobijo musical en un Vorterix relajado. Para éste segmento contaron con la presencia de la dulce voz de Zoe Gottuso en la tierna canción “Callecita” y la arrabalera gola de Mel Muñiz para interpretar “Vals para Ella”.
El final fue con fiesta arriba y abajo del escenario, porque antes del clásico bolero “Sabor a Mí”, “La Prima Estate” y “Upside Down” contaron con más de 20 chicas del público bailando entre los músicos para desembocar en un pogo suave entre la gente con el mismo Erlend Øye participando.
Así pasó una nueva visita de Erlend Øye por Argentina, ésta vez con La Comitiva, la tercera banda que trae por éstas tierras, siempre con el aliento a favor de quien juega de local hace muchos años.