El Kuelgue: Festejos de primavera

La historia de El Kuelgue podría compararse un poco a la de La Cenicienta, solo que a diferencia de lo que ocurre en el cuento, la banda no pareciera volver a transformarse en calabaza a medianoche.

Aquel grupo de amigos de Villa Crespo que se juntaba a tocar, improvisar y jugar hace casi 20 años, se volvió un grupo de músicos profesionales que el viernes tocó ante un Luna Park estallado. Hace tiempo ya que la banda creció en número de músicos, público y está hábilmente comandada por el cantante/actor/comediante Julián Kartún

La excusa, como si hiciera falta, fue la presentación de su nuevo disco Hola Precioso (2023), por lo que el nuevo hit “Sinoca” fue el elegido para el arranque.

El repertorio siguió con “La Fama” y “Ayer Real”, ambos de Cariño Reptil (2015), su álbum consagratorio. El solitario piano de Santi Martínez, músico que funciona como doble comando de El Kuelgue, acompañó a Kartún en “Roma”, canción dedicada a su gatita homónima.

Las nuevas canciones “Díganselo” y “Curva” se colaron en la lista poco poco, con un sonido con el que la banda parece haber encontrado un ambiente confortable. Canciones ideales para integrar la playlist de alguna radio de frecuencia modulada, que les quedan cómodas tanto a músicos como a los nuevos escuchas que no seguían a la banda.

“Hola Precioso”, otra de las nóveles piezas, encontró a un brillante (literal) José María Muscari mostrando sus mejores dotes de baile y carisma sobre el escenario, mientras que los hits “En Avenidas” y “Circunvalación” pusieron al saxofonista Pablo Vidal en primer plano.

Pero es momento de hacer un alto: después discutiremos si “Parque Acuático” es la canción más tocada en las zapadas con amigos o en fogones, por lo pronto, no se puede negar que su impronta acústica toca una fibra sensible en el nuevo público de la banda. Continuemos.

Quienes siguen a El Kuelgue desde sus inicios, saben que la banda suele tomarse un rato para el esparcimiento. En esta ocasión, el momento momento mostró a Kartún improvisando un saludo final como si el show se tratara de una comedia musical, y al bajista Juan Martín Mojoli improvisando unas líneas de “Aladelta” de Divididos, mientras la banda de Hurlingham tocaba a unos pocos kilómetros de distancia en el Movistar Arena.

La formación teatral de Kartún es notoria y puede decirse que no solo le brinda la cintura de Orteguita para entretener a las masas, sino también para fluir en las performances con su banda, como la que mostró en “Cristo es Marquitos di Palma”, último track de la lista bajo una lluvia de papelitos plateados.

El Kuelgue hizo un verdadero trabajo de hormiga para llegar a su primer Luna Park, luego de 20 años de carrera, y la banda mostró que es posible tocar, pasarla bien y hacer que cada uno que haya pagado una entrada (nada baratas éstos tiempos) disfrute del show y se vaya con una sonrisa.

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