Miguel “Don” Vilanova aún tiene material fresco en sus manos tras el lanzamiento de su último registro de estudio. Hereje (2022), el disco de doce canciones que vio la luz el 8 de noviembre pasado, fue nominado a los Premios Gardel 2023 y continúa con la estirpe blusera, que contiene tintes de rock y hasta un cover de Luis Aguilé -”Sr. Presidente”-, más varios invitados.
Este álbum, cuyos orígenes se remontan a la pre pandemia, tiene la particularidad de contar con la participación de su propia familia: el hijo del guitarrista, Andrés Vilanova, se encargó de la producción y la batería; mientras que su hija Laila Vilanova tuvo a su cargo algunas composiciones y su sobrino, Franco Lombardi, fue invitado a tocar las teclas. También hubo otros asistentes de lujo en el estudio: Lito Vitale, quien tocó el piano en dos pistas -”Blues para una Canción” y “Chump Changes”; Javier Calamaro -voz en “Ovejas Negras” y Piti Fernández -voz en “Nacimos Hermanos”-.
En esta ocasión, Don Vilanova habló mano a mano con El Bondi y pudo contar todo acerca de la inspiración de este flamante larga duración, de sus invitados y de la participación de su familia en el proceso creativo, previo a una nueva presentación en CABA y antes de partir hacia el Cosquín Rock.
¿Qué representa Hereje en este momento de tu carrera?
-El 28 de diciembre de 2023, a finales de este año, voy a festejar los 50 años de mi carrera musical, la cual empecé de la mano de Pappo, tocando el bajo en Pappo’s Blues. Es un privilegio, en Argentina, poder presentar un álbum en todas sus versiones -digital, CD y vinilo. Hereje representa el hecho de poder mostrarle al público que, en un tipo que hace cinco décadas que hace esto, está intacto el sentido de creatividad.
¿Cómo surgió este disco en el cual participa tu familia?
-La participación de mi hijo (Andrés Vilanova), en la batería, fue una experiencia maravillosa; también la de Laila (Vilanova), mi hija, que me ayudó en cuestiones compositivas, y en temas como los derechos de autor y todas esas cosas. Además, fue un honor tener invitados como Lito Vitale, Javier Calamaro y Piti Fernández; también participaron leyendas como Julio Presas, que aparte de haber grabado a la mitad del rock argentino en las últimas décadas toca la guitarra extraordinariamente, y otros músicos nuevos que están surgiendo. Tampoco me quiero olvidar de mencionar a mis músicos de siempre: Luciano Scalera, Rafael Pravetoni y Franco Capriati.
¿Cómo viviste el proceso de creación de este álbum y las colaboraciones de otros artistas en tu obra?
-Lo viví con mucha alegría y con la sensación de ser un privilegiado. La parte creativa, por lo general, la vivo en soledad, por las noches. O no tanto, porque muchas veces cuando doy clases invento e improviso algún ejemplo para un alumno y pienso que eso que hice no estaba tan mal. Después trato de rememorar, lo escribo y más tarde se convierte en un tema, eso me ha pasado mucho. Como dicen algunos, varias veces la inspiración me encuentra trabajando.
En este trabajo buscás algunos conceptos diferentes, como el que da título a la obra, ¿cuál es tu reflexión al respecto?
-Cerró una manera de pensar que creció y cultivé en las últimas décadas de mi vida. Hace mucho tiempo yo me puse a leer bastante sobre espiritualidad, psicología, ciencia y una gran mélange de grandes sabios que hay en este planeta. Poco a poco, encontré una definición menos ortodoxa de la palabra “hereje”. Se trata de aquellos que quizás son los que se atreven a pensar por sí mismos o a revisar esos pensamientos colectivos que ya están instalados en nuestra cultura sobre diferentes cuestiones de la vida, incluso la filosofía de uno mismo en cuanto a nuestro oficio, en mi caso, como músico. En fin, el significado que hallé redondeó mucho en unas palabras que hay un libro de un pensador chileno, músico y hippie, que se llama Ramón Freire, quien hoy por hoy tiene mucha presencia en las redes y soy amigo de él. Incluso grabé un disco en su estudio de Santiago de Chile.
¿Con qué se va a encontrar el público cuando vaya a ver el show en vivo?
-Quienes vengan al Café Berlín se van a encontrar con una banda que armé para tocar el disco en vivo, porque no había una ya formada para interpretar esos temas en el estudio. Ahora formé un grupo con mi viejo compañero de décadas, que es Rafa Pravetoni en el bajo, un baterista nuevo para mí, que se llama Charlie Rivero; un percusionista muy querido entre todos los músicos, Charly Torrado; un nuevo valor -aunque hace bastante que ya toca y es un tecladista extraordinario-, Pehuén Innocenti, y un muchacho que toca la armónica, que es buenísimo y tiene sus propios proyectos, hasta musicalizó la poesía de Fernando Pessoa, hablo de Lucas Sedler. Se va a presentar algún que otro invitado y se encontrarán a un conjunto tocando Hereje un poco distinto, porque los temas en vivo cobran una energía distinta, aunque con el mismo sentimiento, y seis músicos en escena que lo resuelven con más improvisación que en el disco. Además vamos a presentar, hacia el final del show, un popurrí de blues clásico que nos queremos dar el gusto de tocar y brindarle a la gente.
Jueves 9 de febrero, a las 20:30h, en Café Berlín. Av. San Martín 6656, CABA.
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