La banda llenó el Teatro Vorterix en el marco de su gira Secretos Pasadizos 2023, entre los recuerdos, los duelos de baterías y su potencia característica.
Una suerte de gala fue lo que ocurrió en el famoso predio de la avenida Federico Lacroze, en donde los Catupecu Machu fueron los encargados de abrir una serie de conciertos con una curaduría específicamente preparada para sumergirse en el universo de la banda, a través de un recorrido cercano a sus treinta años de historia.
La Residencia Vorterix hizo un híbrido entre un museo y el teatro que sirvió de excusa para que el grupo liderado por Fernando Ruiz Díaz muestre no sólo su repertorio en vivo, sino diversos elementos vinculados a su historia: fotografías, pinturas, premios, pósters, discos, videos promocionales de sus canciones proyectados en la pantalla del escenario y hasta una experiencia con auriculares en la que se repasaban inéditos del grupo. Estos elementos que en más de una oportunidad el frontman comentó a su audiencia, esta vez se pudieron ver materializados y expuestos para deleite de los y las fans.
Catupecu se encuentra en un momento de efervescencia. Con los shows a pleno realizados en el Movistar Arena pocos meses atrás, ahora continúan su gira Secretos Pasadizos con cuatro fechas en el recinto de Colegiales que, según el propio líder, ellos mismos inauguraron por el ya lejano 2001, para luego continuar en España y Alemania.
Después de atravesar los pasadizos secretos, los músicos irrumpieron en las tablas y el público estalló en un éxtasis que se mantuvo a lo largo de la velada, con cánticos, pogo y agite. Rock en estado puro.
Un tsunami de hits arrasó con la primera tanda de la lista sin dar respiro a nadie: “Y lo que quiero es que pises sin el suelo”, en donde la audiencia pareció tomar el rol protagónico, seguida por “Perfectos cromosomas” y por la siempre poderosa versión de “Plan B”, en donde también destacó la destreza del bajista Charles Noguera, continuada por “Eso espero” y “En los sueños”.
Hubo tiempo para otro cover que sirvió de impasse entre un segmento a toda velocidad y el que le siguió. En ese momento, Ruiz Díaz se colgó la guitarra electroacústica y en solitario, y con su impronta, interpretó “Más y más” -un original de Draco Rosa-. Más tarde, Abril Sosa lo acompañaría también en guitarra para ejecutar más clásicos: “Calavera deforme” y “Entero o a pedazos”, con coro incluido que provenía desde toda la concurrencia.
Las canciones, ahora con la banda completa, siguieron ejecutándose a una a una, ofreciendo un recorrido por otros hitos de la discografía como, por ejemplo, con “un tema imposible”, según confesó el frontman a modo de introducción sobre una canción que rara vez se escuchó en vivo: “Viaje del miedo”. Luego, llegaría el tercer cover de la noche, aquel que por el 2015 grabaron junto a su autor, Lisandro Aristimuño, “Para vestirte hoy”.
Sobre el final Catupecu volvió a su “Origen extremo” y para eso, mostraron en ese escena la furia de sus dos baterías con las que Sosa y Juli Gondell hicieron de las suyas, mientras retumbaban los platos y los tambores en toda la sala. Así fue como continuaron con otros clásicos de su repertorio y con homenajes, como el que hicieron de “Smells Like Teen Spirit” de Nirvana.
La multitud festejó cada uno de los temas que sonaron desde diversos momentos de la carrera del conjunto: los clásicos, los covers, los recuerdos, los del presente y más. Tanto Catupecu Machu como sus fans dejaron en claro que “Eso vive” en cada uno de ellos, que el camino sigue hacia adelante y que lo único que queda por decirse es “Dale!”.