Los Fundamentalistas en La Plata: Fiesta popular

Más de un año después de que el Indio confirmara su retiro de los escenarios, Los Fundamentalistas se presentaron en el Estadio Único Diego Armando Maradona agotando todas las localidades.

Gaspar Benegas abrió el juego con “Alien Duce” de Patricio Rey y Sus Redonditos de Ricota, seguido por Pablo Sbaraglia en “Había una vez” y Fernando Nalé en “La bestia pop”, dando comienzo a una verdadera fiesta popular en la que el público no dejó de arengar, bailar y celebrar.

El repertorio siguió alternando los temas propios de la banda con los clásicos de Los Redondos y las inigualables voces de Déborah Dixon y Luciana Palacios interpretando temas como “Blues de la libertad” y “Perdiendo el tiempo”. Otro que también puso la voz fue Sergio Colombo en “La hija del fletero”.

No fue hasta el quinto tema que la tan esperada voz del Indio se hizo presente entonando “Nuestro amo juega al esclavo”, acompañado por imágenes del cantante en las pantallas. La situación se repitió aún con más emotividad en “Encuentro con un ángel amateur”.

“En este tiempo que tanto esfuerzo ponen en dividirnos, cuidemos esta hermosa oportunidad de unión que nos da la música y defendamos eso”, reflexionó Gaspar sobre el final de la noche. El músico también agradeció a los presentes, dedicó el show al Indio, y entonó “Juguetes Perdidos”, mientras se proyectaban imágenes de los fanáticos en las pantallas, creando una especie de homenaje a los verdaderos protagonistas del show, quienes no dejaron de acompañar y agitaron sus banderas con mayor intensidad aún.

La lista que incluyó clásicos como “Mariposa pontiac”, “Masacre en el puticlub”, “Flight 956”, “Había una vez” y “To beef or not to beef”, coronó la noche con “JIJIJI” y el mítico pogo más grande del mundo. 

Entre risas, cantos recordando al Diego y los Redondos, y otros tantos en contra del actual presidente, la gente se retiró satisfecha luego de tres horas de celebración y afirmando, una vez más, que la esencia de la banda seguirá siempre presente en un público que más que espectador se constituye como un verdadero movimiento popular.