Disfrazada de “Diego Maradona”, Emily Armstrong sale a escena. Tiene por delante la difícil tarea de ser “la nueva” y conquistar a los fans. La ex Dead Sara, asume ese desafío con naturalidad, sin presiones ni sobreactuaciones. Uno esperaría que llene el escenario con la misma potencia que el recordado Chester Bennington, vocalista original fallecido en 2017. Sin embargo, hay que saber reconocer, que ella se hace cargo a su modo de ese papel: no necesita ser exultante o desbodar de energia, simplemente con cantar y acompañar a Mike Shinoda, demuestra que es la decisión correcta para esta nueva etapa de la banda. La sinergía entre ambos es implacable. Él lleva adelante el show, ella lo complementa de manera natural y orgánica. Juntos son dinamita pura.
El show se dividió, al igual que en su gira por Norteamérica, en cinco actos con visuales cargadas de efectos hiperrealistas y un show de lasers que dejo boquiabierto a más de uno. La banda estrenó su nueva formación en nuestro país con “Somewhere I Belong” y “Lying From You”, ambos de su disco Meteora (2003) y continuó con “Up From the Bottom”, de su más reciente placa From Zero (2024). La lista seguiría con una combinación de sus mas grandes hits como “One step Closer”- donde invitaron a Poppy, la youtuber norteamericana que elegieron como telonera-, “What I´ve done” , “Numb”y la multipogueada “Faint”, junto con canciones de su más reciente lanzamiento como “Catalyst” y “Burn it down”.
Linkin Park desde sus inicios, se destacó por un sonido propio bien distintivo, una fórmula que combina hip hop, rap, algo de rock, un poco de nü metal, mucho scratching y melodias basadas en teclados. Es por eso que la banda, además de contar con las composiciones de Shinoda, se fortalece en el escenario con las bandejas de Joe Hahn, los parches de Colin Brittain y la la solidez de David “Phoenix” Farrel en el bajo.
Para el cierre, al ritmo de “Papercut” y en sintonía con Halloween, Mike apareció en escena con una máscara y una remera de Emily estampada dentro de una frutilla, que recordaba al bebé sol de los Teletubbies. La banda se acercó al borde del escenario para despedirse con “Bleed It Out”, envuelta en una lluvia de papelitos de colores y mucho humo.
El retorno de Linkin Park al país demostró que, pese a las pérdidas y transformaciones, el grupo mantiene su fuerza como una de las bandas más influyentes de su generación, logrando renovarse sin romper el vínculo con su audiencia.
Revista El Bondi dijo presente en El Parque de la Ciudad. Si vos también estuviste acompañado a Linkin Park, ¡pasá por la sección “Buscate en el recital” y compartí tu foto!