LaqueteCumbió es una orquesta de cumbia y ritmos latinos formada en 2014, constituida como cooperativa cultural y con fuerte compromiso social tanto en sus letras como en sus acciones cotidianas.
El próximo sábado 27 de abril la banda, que en su trayectoria compartió escenario con una inmensidad de artistas de todos los estilos, se presentará en el Cultural Morán del barrio porteño de Agronomía, con una propuesta diferente: será en horario matinée (a las 21), invitando a todas las generaciones a bailar y disfrutar de sus cumbias. “Es la primera vez después de mucho tiempo que la orquesta toca en un horario ATP, lo que permite que puedan disfrutar de una noche cumbiera en familia y sin tener que trasnochar, algo que mucha gente nos viene pidiendo hace rato”, explica la cantante Nacha Puertolas. Para completar, la propuesta contará con las invitaciones especiales de Luna Sujatovich, Mercedes Lescano y Milena Salamanca, más el DJ set de Santi Canda.
“Vamos a presentar varios temas inéditos y nuevas versiones de canciones que ya veníamos tocando”, adelanta además la cantante, y agrega que están trabajando en el espectáculo integralmente, desarrollando la puesta en escena: “preparamos muchos condimentos visuales para el registro audiovisual del show, y estamos produciendo material para que el espacio se transforme para la ocasión y que al entrar al Morán ya sientan el clima de la “fiesta Laquetera”.
-En un clima en el que siempre se pide baile y fiesta, ¿cómo conjugan su impronta social que es una fuerte característica en ustedes?
-Decimos en “Llegó la Cumbia”: “Nuestra esperanza nunca se pierde, aunque la realidad esté verde. Que la jarana nunca se piante, porque sin fiesta no hay aguante.” Creemos que, en los momentos de crisis, “la celebración” es un concepto clave. Celebrar implica juntarse, compartir, conectar con otres y generar espacios de intercambio que suelen ser muy enriquecedores. La cumbia es movimiento, y nunca hay que dejar de moverse.
Culturalmente se nos concibe a lxs artistas como entretenedores de la sociedad, y para nosotres este oficio representa mucho más que eso. Nos gusta pensar que nuestro trabajo conlleva diversos compromisos, como el de generar espacios de disfrute y encuentro, pero también sabemos la responsabilidad que representa estar arriba de un escenario. No da lo mismo decir cualquier cosa, estamos en una situación de poder teniendo un micrófono en la mano. Y si bien hablamos de las cosas que nos pasan y los temas que nos convocan, lo que digamos al mic va a tener un impacto en quien escuche, por eso nunca es inocente. Por lo tanto, generar un clima festivo y a la vez ofrecer una marca distintiva a nivel contenido nos parece que es muy interesante.
-Son una cooperativa cultural, ¿cuáles creen que son las grandes ventajas de apostar por el trabajo colectivo?
-El espíritu de trabajo cooperativo existe desde el comienzo en la conformación de la orquesta, que ya está cumpliendo sus primeros 10 años. Apostar al trabajo colectivo y cooperativo es un modo de vida, y las principales ventajas que encontramos en ello es que nos permite la independencia y somos lxs dueñxs de todo lo que hacemos. Vale aclarar que es muy complejo cuando además el contexto es tan adverso. El trabajo de lxs artistas en general suele ser bastante informal, precarizado, y nos obliga a tener pluriempleos para poder sostenernos económicamente. Sin embargo, no dudamos en elegir una y otra vez este modo de organización que jerarquiza la propuesta artística, valorizándola y no tomándola como un pasatiempo o algo lateral.
-Estamos viviendo momentos cada vez más duros para la sociedad en general y para la cultura en particular, ¿cómo lo están viviendo ustedes desde lo musical?
-Realmente es un contexto muy complejo el que estamos viviendo, y particularmente para los proyectos autogestivos independientes a veces se vuelve todo muy cuesta arriba. No hay financiamientos que acompañen el desarrollo de las bandas, sino que todo lo que se genera es a través del trabajo cooperativo puertas adentro o las redes que se arman entre proyectos que están en la misma. Pero la necesidad es la madre del ingenio y de la crisis se sale con creatividad. A la vez, toda expresión artística es un producto cultural y necesariamente político. Como decíamos antes, es un privilegio tener escenarios y redes sociales públicas con llegada a tantas personas, en donde poder plantar opinión, acompañar las luchas sociales y sembrar preguntas en aquelles que nos leen o escuchan. El arte -en todas sus formas- es una herramienta revolucionaria. Nos hace pensar, preguntarnos cosas que quizás antes no nos habíamos cuestionado. El arte es trinchera, nos hace sentir juntes y acompañades, nos ayuda a resistir.