Connect with us

Ícaro: “El todo no es igual a la suma de las partes”

El cuarteto lanzó su disco debut de rock progresivo y lo presenta el 9 de diciembre en La Quince.

Publicado

Cuatro pibes de poco más de 20 años se juntan y sacan uno disco completo, así de una, sin ningún simple adelanto ni nada por el estilo. Además, dura una hora y el 90% de sus canciones son instrumentales. Rock progresivo desde dónde y cómo se lo escuche. No, no estamos en el pasado. Es 2023, aunque tal vez, estemos en el futuro y no lo sepamos. Ícaro lanza su disco debut y la rompe toda con diez canciones que incitan a tirarse a escucharlos, sin hacer nada más que cerrar los ojos y viajar.

“Sacar el disco de esta forma tuvo algunos reproches de parte de los pibes que nos siguen”, reconoce Fidel Molfino, tecladista y uno de los mentores de este proyecto. “Creemos que es una decisión que responde a el amor que le tenemos a una forma de escuchar música que tiene que ver con eso mismo: escuchar música”. El también cantante en una canción (la única con voz) profundiza y explica un poco más su postura: “Es un tema complejo que se relaciona con muchas cosas, y entre otras con la mercantilización constante del arte, y el acceso irrestricto a entretenimiento en cualquier momento de la vida que tenemos en este siglo. El rock progresivo, como el jazz, es una música que requiere sentarse y escuchar, y eso no es rentable. Hoy lo rentable es escuchar mientras uno hace cosas: mientras entrena, mientras trabaja, mientras estudia, mientras charla con los amigos. Eso tiene que ver con que uno nunca tiene tiempo para estar aburrido, aburrido de verdad, y poner un disco. Siempre hay algo que hacer o mirar. La música queda en un lugar de fondo, es un acompañamiento de la rutina. Entender un disco como una obra completa y no como un rejunte de temas va en esa línea. No hubo adelantos porque no pensamos que se pueda adelantar nada en la obra que ofrecemos, es como “spoilear” una parte de una película. El todo no es igual a la suma de las partes”.

―Y con estos ideales a cuestas, ¿tienen pensado más adelante en formato físico, ya sea CD, cassette o vinilo?

―La pensamos, sí, pero no somos tan fundamentalistas con eso. Sabemos que la gente accede a la música mayormente a través de las plataformas. Nos gustaría hacer un par de CD’s en el futuro y que la gente también tenga esa opción para escucharnos, pero actualmente no es nuestra prioridad.

Fidel cuenta que todo comenzó cuando junto a Gabino Acosta Flechner (batería) se pusieron a sacar un disco de Frank Zappa y hasta no lograrlo no pararon. “Era Peaches in Regalia. En ese momento andábamos muy cebados con esa época de Frank Zappa: Hot Rats, The Grand Wazoo, Waka/Jawaka. Creo que en realidad nos sirvió de excusa para probar cómo era tocar música progresiva, y darnos cuenta de que éramos capaces de reproducir ese sonido. Rápido se incorporaron Pedro Monzani y Pedro Villanueva en bajo y guitarra. Veníamos de tocar estilos muy distintos, pero la química fue al toque.  El comienzo posta fue ahí, porque empezamos a componer nuestra propia música, y ya desde esos momentos le empezamos a impregnar un estilo propio a nuestras canciones”.

―¿Cómo recordás esos primeros momentos?

―Todo el tiempo pensábamos en Ícaro cuando nos sentábamos a tocar cada uno en su casa. Cómo mechar una parte A con una parte B, cómo cambiar de tono una parte de la melodía para que coincida con un cambio en la armonía, qué se podía modificar del sonido del sinte en tal parte o de la línea del bajo en tal otra. Era pensar y pensar en eso. Y luego en el ensayo, practicar una y otra vez hasta que saliera impecable. Eran canciones e ideas que nos costaban, pero que terminamos sacando a fuerza de ensayarlas mucho. Y todo eso porque, para nuestra primera presentación en vivo, queríamos tener un show de 40 minutos de música propia que fuera lo mejor que pudiéramos dar. Éramos (y seguramente sigamos siendo) muy obsesivos con el resultado final que le entregamos al oyente.

―Tienen 21 años, o sea que crecieron en tiempos donde la música que más abundaba (y abunda) es otra. ¿Cómo llegaron a los artistas que los influyen?

―Creo que cada uno tuvo un acercamiento diferente, pero diría a grandes rasgos que esos artistas nos llegaron por recomendaciones que se daban en círculos de amigos músicos. Ya en la adolescencia esa data empezaba a girar, casi siempre relacionada al rock argentino: Serú Girán, Spinetta Jade, La Máquina, Crucis. Desde eso luego pasamos al rock progresivo internacional. En esa época la locura más grande era escuchar algo que parecía una combinación de una música académica con el rock, algo que usaba los elementos de la música sinfónica para generar un contenido que estaba relacionado con lo que nos gustaba escuchar en el día a día.  Por otro lado, era una música que, por lo menos para nosotros, había que escuchar repetidas veces hasta que “entendías el chiste”. No sé cómo explicarlo, pero pasaba que recién en la segunda o tercera escucha del disco te empezaba a emocionar cierta melodía o cierto acorde. Hablando en lo personal me acuerdo cuando sentí que “entendí” por primera vez una banda de rock progresivo, a King Crimson, que durante mucho fue la que más me gustó. Luego de insistir varias veces, pasó que Crimson dejó de significarme un montón de ruidos separados y disonantes, y empezó a parecerme una sola idea, una sola búsqueda. Que había un discurso en la música que proponían que no estaba suelto y no era un caos, si no que había un orden en el cual pensaban al componer. El progresivo tenía algo para decir que, yo al menos, no había escuchado nunca antes, pero que era un mensaje a veces difícil de cazar a la primera. Todo esto, obvio, es una experiencia muy personal.

―Al menos por ahora, el rock progresivo es un nicho. ¿Les gusta que así sea?

―Es cierto que es un nicho. Y no, no es lo que más nos gusta. Todo aquello que se pueda definir cómo “nicho” se rehúsa a incorporar nuevos miembros al círculo. Como que se terminan definiendo un montón de cosas acerca del rock progresivo y de su movida específica, que pueden generar que la gente que no tiene ni idea de qué va esto se sienta más bien rechazada de entrada. Intentamos que no sea así y nos gustaría que la gente escuche nuestra música no porque sea o no sea progresiva y eso les dé una sensación de pertenencia a un “club”. Que escuchen Ícaro porque Ícaro les copa, como les copa Stravinsky, Los Redondos o Nathy Peluso. En ese sentido, también los músicos nos tenemos que bajar de nuestra nube de pedos y pensar que, si hay poca gente que busca nuestra propuesta, capaz es también porque nos creímos que éramos mejores que los que también estaban tocando música al lado nuestro.

―Qué artistas de la actualidad les gusta?

―¡Muchos! A nivel internacional nos copa mucho la música y la propuesta de Snarky Puppy. Más en el ámbito nacional, podemos destacar a Militantes del Climax, Catriel, NAFTA, Dillom y a Juana Molina.

―¿Van conociendo otras bandas de su palo?

―Una de las cosas más lindas y que más nos gusta de tocar en vivo es tener el placer de tocar, compartir espacios e incluso hacer amistades con otros grupos jóvenes que también traen proyectos artísticos muy buenos.

―¿Cuál nos pueden recomendar?

―Hay bandas de rock progresivo a las que les tenemos mucho respeto son Quasar, Duo Craig, Trío Maturin o Chispas Trío. También hay de otros géneros musicales que son cercanas y se inscriben en las mismas movidas que nosotros, y por más que nuestra música sea bastante distinta sentimos que es un gusto compartir escenarios con ellas. Podemos nombrar entre estas a Homogénica, Silver Loop o Malagueta. Cada una con su estilo, son todas bandas que logran una gran performance y un gran sonido en vivo. Les recomendamos que no se pierdan la oportunidad de escucharlas.

El sábado 9 de diciembre Ícaro presenta su flamante trabajo en La Quince, en el barrio porteño de Villa Crespo, a las 20 horas y prometen algo diferente a lo que venían ofreciendo en vivo: “Generalmente, nuestros shows estaban más orientados a un espectáculo puramente musical. Esto era porque antes de la publicación del disco no había forma de que el público nos escuchara si no era en vivo, pero ahora que está disponible podemos concentrarnos en el aspecto performático y visual de la historia que queremos contar. Para esto armamos un pequeño equipo y montamos un espectáculo multidisciplinario que busque interactuar con otras artes, mientras la banda toca en vivo. Es una propuesta ambiciosa para nosotros, ya que es la primera vez que nos embarcamos en una puesta de estas características, pero confiamos en que va a resultar en un gran show y esperamos que la gente lo vaya a recibir muy bien”.

Si te gustó la nota INVITANOS UN CAFECITO

Continuar leyendo

LAS + LEÍDAS