“Nos gustaría ser parte del mainstream en el sentido de la llegada que tienen con el público, pero al mismo tiempo sentimos que es un tipo de contenido que no nos representa para nada”. Así arremete en la charla Fantasía Utópica, banda marplatense independiente de rock fusión y alternativo que nació en 2015, a la hora de hablar de su nueva canción “Brus Li”, la cual pertenece a su EP El Eterno Retorno Parte 1. Un mensaje comprometido con la realidad y profundo, denunciando a través de la poesía la desigualdad social y la falta de empatía.
“Brus Li salió puntualmente en una habitación durante un día de lluvia y luego de mil charlas mías con mi vieja”, nos cuenta el cantante y guitarrista Facundo Burghi. La primera frase de la canción dice “La lluvia siempre es poesía cuando hay asfalto” y el cantante explica: “La lluvia es algo que a todos nos gusta escuchar desde nuestra casa, nos relaja, transmite paz. Hasta hay playlists con sonidos de lluvia para irse a dormir. El problema es cuando esa lluvia te agarra sin un techo, o en un barrio donde ves que la calle se empieza a transformar en un río”.
Nombrar a su madre no es casual para este momento y hace hincapié en eso también: “Ella es quien me transmitió el enfoque sobre la gente que la está pasando mal y donde uno puede hacer algo para ayudarla. Veíamos noticieros donde mostraban barrios inundados, casas que se llenaban de agua y perdían todo, y me parecía muy loco como algo que en buenas condiciones puede ser tan lindo como la lluvia, en otros lados es una tortura”. En este sentido, aclara una vez más el mensaje de su nueva canción: “Tratá de correr el ojo desde tu disfrute propio y fijate que alrededor hay otras personas que la están pasando mal. Obviamente nos lo decimos a nosotros mismos, y nos sirve de guía para ser coherentes en nuestra conducta y con lo que expresamos en nuestra obra”.
―La realidad penetra sin dudas a la hora de componer entonces.
―Siempre. No solo hablamos de esta temática de empatía social como en “Brus Li”, sino también tenemos canciones como “Manos de Espuma” o “Sin Pastillas” que tratan sobre situaciones importantes de salud mental que hay vivido personas muy cercanas a nosotros. Nuestras canciones están conectadas con el presente y la realidad absolutamente, específicamente con el dolor, con la crítica, pero dando un mensaje esperanzador con un mensaje final que es para buscar la luz, no solo quedándonos con la parte negativa.
―¿Y cómo les pega en su día a día como músicos?
―Es complicado. Al ser una banda independiente la situación económica compromete mucho nuestro presupuesto para afrontar nuestras producciones. Mismo se ve reflejado en el público al que le cuesta comprar una entrada o espacios que no abren puertas tan fácilmente, porque obviamente también es su laburo tener una ganancia con los eventos que armen. Por suerte siempre le encontramos la vuelta, tenemos el gen argentino en la sangre.
El clip de la canción, dirigido por Ignacio Bera, acompaña perfectamente y en él podemos ver a la ciudad de Mar del Plata con su cotidianeidad y los protagonistas Brus Li (interpretado por Pedro Ballesteros, “actorazo de la ciudad que se metió en el papel de lleno y llevó el video a otro nivel”) y un vendedor ambulante en silla de ruedas. “Buscábamos que el protagonista del video no fuera un actor, sino alguien que viviera en situación de calle o que conociera lo que es el dolor dentro del contexto de la carencia. Apareció Tito Lapalma, un vendedor ambulante muy conocido de la ciudad que siempre va con su silla de ruedas en la zona céntrica de Mar del Plata, de donde somos. Él tiene su trabajo y le va bien, pero cambió la perspectiva desde el punto a mostrar la indiferencia y la falta de empatía de la gente agregando la temática de ser discapacitado. De esta manera pudimos mostrar sus dificultades en el día a día con su silla y la respuesta negativa de muchas personas con relación a su trabajo. Tito es una persona totalmente positiva, que nunca se queja de nada de esto, pero sirvió en el video para poder demostrar esta problemática desde los ojos de alguien que la vive realmente”.
Facundo se moviliza a la hora de hablar de lo que fue la grabación del video y reconoce efusivamente que “la filmación del video fue algo que no nos vamos a olvidar más”. También recuerda una anécdota de aquel momento: “En una escena yo estoy tirado en la puerta de un cajero, simulando que duermo ahí mismo, mientras Brus Li se come un sanguche sin siquiera percatarse de mi presencia. De repente escucho una voz de un hombre que me dice ‘Hoy por ti, mañana por mi’. Era un chico que salía del cajero y me daba una gran cantidad de dinero sonriendo. Fue muy conmovedor ese momento. Le agradecí y le expliqué que no era necesario, que era un videoclip, pero el sin entender la situación insistía en ayudarme. Esa escena puede verse en el videoclip porque quedó filmado. Fue tremendo”.
―¿Cómo ven al rock como movimiento en esta actualidad en la que el sistema parece haberlo dejado a un costado?
―Sentimos que el rock no tiene la fuerza de antes. Es lógico, cuando algo se establece pierde el lugar de ser algo innovador y deja de ser la voz de los jóvenes. Actualmente el mensaje de protesta, de rebeldía, lo tiene el rap principalmente. El Rock sigue estando, sonoramente es fuerte y siempre aparece en otros géneros, pero obviamente ya no es el movimiento principal. Le va a pasar a cualquier género que aparezca. El rock igualmente tiene mucha fuerza, un gran pasado y un lugar en la música que es difícil de reemplazar, sigue teniendo mucho peso, por más que no sea algo mainstream en muchos casos. Es una decisión personal… bah, no es una decisión, se siente. La música tenés que sentirla y decidir defenderla y seguir el camino, aunque no sea fácil. Si bien el rock no es lo que mejor funciona actualmente, es lo que nos representa y es a donde vamos a ir.
―¿La música puede cambiar el mundo?
―Totalmente. La música es el elemento más cercano a la magia que puede crear el humano. Una buena canción, una letra bien escrita puede movilizar sensaciones que tal vez no tenían palabras o darle entidad a algo que estaba dentro de uno y que no sabías como expresar. La “piel de gallina” nos sucede a todos con alguna canción y puede ser determinante para tomar decisiones. Es un refugio, es un mensaje, es una forma de vivir. La música salva vidas. El mundo sería totalmente triste sin música, estaría gris.