Cosquín Rock 2025 Jornada 2: Cada día trae su color
El segundo día del festival tuvo como protagonista a Los Piojos y también a muchos artistas que se consagraron rápidamente y le dan un aire de renovación a la música argentina. Eso sí, hay un lado B que no podemos dejar de contar. Enterate más en esta nota.
“¿Quién carajo es este?”, le dice una señora al hijo. “Es Bhavi, mamá. Está re bueno. Vamos a escuchar un poquito”, le dice el pibito de unos 15 años mientras van caminando al Escenario Norte. Son las 16:30, el sol pica fuerte y el muchacho en cuestión, que tiene más de un millón de seguidores en Instagram está ahí vestido de blanco impecable. Cabellera rubia y orejas de elfo, y de fondo un escenario medieval con bailarines haciendo juego. La puesta es interesante y se podría aprovechar más de noche. ¿El año que viene quizás?
Después, la que puede, puede. Paco y Ca7riel salen al escenario. Primero sentados, como emulando ese Tiny Desk que los catapultó internacionalmente. La banda es exquisita y prolija. Ellos también. Obvio que suenan todas las canciones que queremos escuchar.
En el escenario Montaña, Silvestre y La Naranja también desafían el calor y la gente se desparrama en cualquier lugar que tenga sombra. Salen nueve temas al palo entre los que se encuentran “Fiebre atemporal” y “Sos todo lo que está bien”.
En ese mismo escenario despliega su arte Bandalos Chinos -o Banda Los Chinos según el graph que anunciaba el show en las pantallas-. Baile y cuerpos sudados arriba y abajo del escenario. No hay abanico que se la banque.
En el Escenario Sur ya se va preparando el ritual para Los Piojos, pero aún falta. Primero pasan Las Pelotas con todos los mega clásicos infaltables como “Bombachitas rosas”, “Día feliz” y “Capitán América”. Hay uno con la gorra del Bocha Sokol dando vueltas en el público, porque siempre hay alguien que lo trae de nuevo. Podrán imitarlo arriba del escenario, pero nunca nadie podrá tener esa entrega y pasión que el Bocha tenía.
Más tarde es el turno de Skay. “Es una noche especial, no te la podés perder. Toca el corazón de Patricio Rey”, corea la gente. “La luna en Fez” es la primera en sonar. De las ricoteras pasan “Todo un palo” y en “Jijiji” se pudre todo: Skay corta el show antes del solo por “problemas técnicos”. La gente queda atónita. Nunca se lo vio tan enojado y solo hizo nueve temas. Abajo de todas formas es una fiesta y en el pogo se pudo ver a Paco, Ca7riel y al Tete de La Renga. Es el rock and roll del país, no hay duda.
Para un rato antes de las 22 la ansiedad carcome a los piojosos. Hay de todas partes del país, también de Uruguay, Paraguay y hasta de México. Después de todos los Estadios Únicos, llegó el turno de un festival, pero con la misma entrega y amor al público.
Los primeros acordes de “Arco” sacuden todo y se arma una seguidilla con “Te diría” y “Yira Yira”. A un flaco se le caen las lágrimas porque es la primera vez que los ve después de 15 años. “Es la banda de mi vida” y seguramente la de muchos que están ahí. Otros vienen por curiosidad a ver cómo suenan ya que están ahí, pero se terminan enganchando. Los bomberos y los de seguridad mueven las piernas, cantan y si se pudieran tirar al pogo, no cabe ninguna duda que lo harían.
Ciro hace una votación entre “Ruleta” y “Fantasma”. Gana la primera y es una fiesta. El homenaje a Tavo Kupinski viene con emotivos videos y luego con “Sudestada”. Lágrimas nuevamente ante esa ausencia que todavía duele.
Para “Llévatelo”, el mensaje que un poco faltaba este día lo trajo Ciro, quién hasta hace poco tiempo no solía posicionarse en nada, cuando cambia parte de la letra para decir “Tienen tantas mentiras, tanta criptomonedas, tanta libertad”.
Hay Catrieles para todas las edades. Primero en “Tan solo” Ca7riel se manda con la guitarra eléctrica y la rompe. Luego Catriel Ciavarella hace lo suyo -básicamente tocar como una bestia del bien- en “Genius”.
Una de las “tapadas” más esperadas era “Shup- Shup” del disco 3er Arco. Y ahí suena, con no mucha repercusión del público, pero los más fanáticos la reciben con fervor. No es para menos, hace siglos que no la hacen.
En “Verano del ‘92”, Dani Buira toma las riendas para dirigir a Las Liendres, el grupo de percusión que se presenta en cada show de esta vuelta piojosa, integrado por hijos de músicos y staff.
El show llega casi a las tres horas de duración, mientras del otro lado Luck Ra cierra el Cosquín a puro baile con canciones propias y otras prestadas que le quedan muy bien como “Toco y me voy” de Bersuit, “Un siglo sin ti” de Chayanne y “Yendo de la cama al living” que no hace falta decir de quién es. Y no, no hace rock el muchacho, pero tiene impronta, carisma respeto y agradecimiento a su público. Eso es lo que importa.
Para el streaming y para el público, quizás también para los músicos, este fue un cosquinazo. Y es cierto, la puesta fue gigante, pero nos queda un sabor amargo con respecto al trato que recibieron las personas que fueron a trabajar al festival. Primero fuimos testigos del maltrato de un coordinador del área de comidas a una de las trabajadoras que despachaba los productos. Le gritó por estar “hablando” cuando en realidad la chica solo pedía que buscaran más papas a los trabajadores del fondo porque la fila estaba retrasada por la cantidad de pedidos. No había tales papas y las tuvieron que traer corriendo en un envase de telgopor que asustaría a cualquier inspector de bromatología.
Luego nos enteramos que hubo una pérdida de gas que podría haber causado un desastre, pero los laburantes se tuvieron que quedar ahí por riesgo de que no les paguen las jornadas. ¿ART? ¿Qué es eso? Y si buscan en Twitter o en Tik Tok se van a encontrar con testimonios y videos mucho más horribles de lo que podemos relatar acá: falta de baños, de descanso, de comida (ni hablar si alguien tenía una condición médica), mugre por todos lados y salubridad que da miedo. Muy lindo que la provincia y la productora recauden y puedan girar la rueda para que más personas laburen, pero así no, muchachos. El festival también se hace grande gracias a esas personas. La esclavitud la dejamos atrás hace muchos años. Media pila.