El rapero se posiciona como un artista emergente en un sector de la escena más híbrido y experimental, y habló sobre la composición, el trabajo en equipo, inspiraciones, obstáculos de la escena y más.
Aukan, el rapero sub-30 del barrio de Colegiales, es un artista claramente muy consciente de lo que quiere y de lo que no quiere representar. Fanático del rap desde pequeño, fan de Eminem desde antes de la película “8 Millas”, oyente del mapa de hip hop estadounidense clásico, entendió hace mucho tiempo la importancia de la diversidad de perspectivas en las expresiones relacionadas al hip hop en Argentina, y es eso que quizás lo acentúa como valioso entre otros raperos de su misma cepa.
Originariamente MC de eventos de hip hop, fue un quiebre, un “punto de inflexión”, como él lo llama, haber presentado una noche en vivo a Acru a.k.a. la suela del norte, y verlo cobrar una vida diferente al conectar de una forma impresionante con el público, como ahora ya nos tiene acostumbrados. “Quiero eso para mí”, pensó Aukan. Pero no desde una liviandad clásica del entretenimiento sino desde una profunda consciencia de lo que eso implicaría.
Aukan habla mucho del respeto al rap nacional, y particularmente es conocedor de que lo que más abunda en cuanto a narrativas en este género local son historias de marginalidad, de pobreza, de discriminación o de resistencia. De barrios populares, de culto a la contrahegemonía cultural y social. “¿Qué puedo aportar al rap que no se haya contado?” se preguntaba el rapero hace algunos años.
Le costaba encontrar su ángulo, como él mismo comenta, por ser una persona de clase media, de Colegiales, un barrio muy pintoresco de la Ciudad De Buenos Aires, entre otras cosas. Hasta que comprendió, justamente, la relevancia que puede cobrar para un hip hop local una buena variedad de ángulos, historias y discursos. “Narrar tu esquina te cierra muchas puertas en lo musical, pero comprende algunas cosas que son necesarias también”.
Y estas ideas, esta forma del ver y leer al rap, lo acompañan más allá de lo discursivo. Es partidario del aumento del contacto del hip hop con otros géneros, actitud digna de cualquier verdadero oyente gustoso de la Costa Oeste yanqui como él es, seguidor de artistas como Snoop Dogg y Tupac, grandes alquismistas de la música.
“Lo que el rap necesita [en Argentina] es que empiece a ser un género más musical, que se codee con otros géneros, y que abandone la marginalidad. ¿Por qué? Porque sino es autolimitarse todo el tiempo.” Resalta Aukan, desde estas visiones, que no es tampoco de esos que reniegan de los orígenes y el desarrollo del hip hop en nuestro país. De hecho, nos cuenta, es oyente de artistas legendarios como Fianru y Núcleo a.k.a. Tintasucia, con quien ha trabajado en más de una ocasión y sobre quien posee una colección de elogios totalmente acertada.
Sin embargo, su actitud hacia la cuestión del mestizaje de géneros es a la vez old school y fresca, en contra de encerrar en un monoambiente sonoro a las posibilididades infinitas de los ritmos hiphoperos en esta tierra: “La manera es no adoctrinar ni ser tajante y decir ‘Esto es de esta manera’ (…) Hay que ser tajante con otras cosas, como en eliminar la desprolijidad del rap y respetar más al público”. Es claro que a Aukan le interesa particularmente el tema de los shows en vivo, como está empezando a ocurrir cada vez más en nuestra escena, a mi entender a partir de comenzar a tener equipos más grandes de trabajo sobre los escenarios.
Además, hay otros aspectos en los que Aukan va a tempo con el desarrollo de la escena a pesar de sus particularidades. Su voluntad de crecer en calidad en cuanto al uso de su voz o a la puesta del cuerpo sobre las tablas o frente a una cámara subraya su interés por la profesionalización, algo que se lee entre todas sus líneas cuando habla de su trabajo.
Aukan viene de presentar su primer disco, un trabajo conceptual, en 2022, y de regar el 2023 con singles interesantes y con una sesión en vivo sin desperdicio en el que se luce su crecimiento y el de la gente que lo acompaña en todas las áreas, de la que él se muestra muy orgulloso.
Para este año, ya se están cocinando cosas en los estudios de Aukan y su banda, y además de la fecha en el Centro Cultural Morán (Agronomía) del miércoles 10/4 junto a Malditos Perros Secuaces, recomendamos dejar la agenda despejada para prestar atención a lo próximo que se viene de la mano de este artista que tiene ganas de pisar cada vez más fuerte en la escena rioplatense.
