El conjunto finlandés Apocalyptica regresó a la Argentina en el marco de su gira mundial de presentación de su más reciente trabajo, Cell-0 (2020) -el cual demoró su lanzamiento por la pandemia- y, finalmente, los y las fans argentinos colmaron el famoso reducto de Flores para disfrutar del poder de sus canciones.
La velada inició con el soporte local de Beto Vázquez Infinity. La banda le dio pie al grupo europeo con el cover de “Heaven and Hell” de Black Sabbath hacia el final de su tracklist y fue despedida con gran entusiasmo por parte de la audiencia, la cual estaba ávida de poder ver en estas tierras a los tres chelos sobre el escenario.
Con precisión quirúrgica, a las 21 horas el trío de cuerdas y su baterista irrumpieron en las tablas con “Ashes of the Modern World”, la misma pieza que abre su último disco, para luego continuar con un rescate de Cult (2000), “Path”, y seguir la sección instrumental con “Grace”. Después, le dieron paso a un colaborador de vieja data del conjunto: Franky Pérez.
Tras el saludo del grupo y de Pérez al público, más la correspondiente retribución de éste a los músicos, la noche continuó con otros hitos de la potente discografía de los finlandeses, como por ejemplo “I’m Not Jesus” y “Not Strong Enough”: el trío Eicca Toppinen, Perttu Kivilaakso y Paavo Lötjönen hacía de las suyas con sus violonchelos, acompañados por la potente base de batería de Mikko Sirén, quien sostuvo la fuerza de cada nota que sonaba desde lo más profundo de los instrumentos y la llevaba hasta niveles insospechados.
Desde el campo nadie dejaba de observar -y de escuchar- la destreza del cuarteto. Con un sonido que permaneció impecable desde el inicio hasta el final de la contundente lista de temas, las pistas fueron una suerte de catarsis después de tanto tiempo sin que la agrupación visitara a sus fans locales.
Con el correr de la noche, se combinaron los tracks de su reciente trabajo con clásicos de otros tiempos, como el momento en el que el cantante entonó “Shadowmaker” y la combinó con un fragmento de “Killing In The Name” de Rage Against the Machine. Por supuesto, tampoco faltaron los covers de Metallica que ellos ejecutaban en sus inicios -“Nothing Else Matters” y “Seek and Destroy”-, como un pasatiempo, sin siquiera imaginarse lo que vendría después. También hubo tiempo de interpretar una versión de “Inquisition Symphony”, un himno de Sepultura.
La velada mantuvo un repaso por las influencias no solo metaleras, sino de la música clásica -cabe recordar la formación académica de los tres chelistas- de los miembros de la banda. Un ejemplo de esto fue la versión de “In the Hall of the Mountain King”, del compositor noruego Edvard Grieg, que sirvió de enlace con la sección final de la lista con “Farewell”, “Peikko”. Todos estos momentos reforzaron el agradecimiento de los miembros del grupo con la audiencia argentina que pudo respirar un poco del metal alternativo que caracteriza al grupo finlandés.
Apocalyptica demostró, una vez más, su fuerza instrumental para llevar el heavy metal a otro nivel, combinando temas clásicos y nuevos, y demostrando la vigencia de un cuarteto que lleva poco más de tres décadas de historia: el amor de su público demostró que, cada vez que toquen por estas pampas, serán recibidos como locales.