Con el sello ya característico de un rock and roll bien producido, Socios de Tijuana presenta Fantasmas de Turno, su nuevo material discográfico grabado en Estudios ION.
“Hicimos un trabajo minucioso en preproducción, para posteriormente llegar a la etapa de producción con ideas más fuertes, claras e incorporadas”, explica el cantante Luis Portugalli.“Si bien algunas canciones las hicimos durante el periodo de pandemia o inclusive antes, fueron tomando nuevos formatos justamente debido a este trabajo. También es cierto que al momento de grabar aparecen cosas espontáneas que está bueno seguir esas corazonadas. Trabajamos con personas que ya hemos trabajado anteriormente, por lo cual genera mayor confianza y fluidez al momento de la creación y definición de ideas”. La preproducción estuvo a cargo de Lucas Peñalva, y la producción artística la realizó Nelson Pombal, encargado también de la mezcla y el mastering.
―Contabas que algunas canciones son de tiempos de pandemia, en esos tiempos salieron sus primeras canciones a la luz también. ¿Sirvieron esos tiempos para componer o no tanto? ¿Cómo los recuerdan hoy respecto a lo musical? ―Sí, en pandemia grabamos el disco Alguien mordió la manzana, que finalmente fuimos lanzándolo como singles. Si bien hicimos cosas, la verdad que fue todo muy frio, robótico. Es algo que no volveríamos a elegir (risas). Y quizás las composiciones estuvieron sesgadas por ese momento tan extraño. El rock es tocar en vivo, es gente, es calle, son historias, es contacto. Estar aislados fue bastante feo para todos.
―¿Qué creen que mantienen respecto a esos comienzos en 2017? ―Se mantienen las ganas de tocar y seguir mejorando. La búsqueda es constante. Desde ya que las personas van cambiando, pero la esencia es la misma. Nos gusta que cada proyecto nuevo que encaramos sea superador del anterior, al menos para nosotros. Que la composición sea mejor, que los fierros sean mejores, que la difusión sea mejor.
―Algo que no pasa de largo son sus videoclips, mucha calidad en ellos. ¿Cómo los laburan? ¿Se meten ustedes en la producción audiovisual? ―Sí, nos divierte mucho. Por suerte tenemos amigos que se dedican a eso y nos ayudan, si no sería imposible por temas económicos. Está bueno que las canciones tengan su lado visual, quizás ayuda a completar el mundo de cada una. Nos gusta volar bastante y quizás salir de lo común, aunque a veces está bueno ser bien directo.
―Han tocado con varias bandas históricas de la escena rockera, ¿cómo vivieron esas experiencias? ―Tuvimos la suerte de poder tocar con Turf, Pordioseros, Viejas Locas, Blues Motel. Todas bandas consagradas. Y uno aprende de ello. La humildad, profesionalismo, las ganas después de tantos años. Son cosas que llaman mucho la atención. También es muy claro que la banda necesita de un equipo que ayude y tire pare el mismo lado. Los músicos son solo una parte de la historia.
