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Muy solo y triste, acá, en este mundo abandonado

El mítico bar La Perla de Once, cerró sus puertas y con él se fue un pedazo de la historia del rock nacional argentino.

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“En el baño de La Perla de Once compusiste La Balsa. En el baño de La Perla de Once compusiste La Balsa”, repite varias veces el baterista de ManalJavier Martínez, en la grabación de ese tema para el disco Tango, de Tanguito. La canción, que muchos aseguran que fue la primera del rock argentino, fue popularizada por Los Gatos y compuesta por el propio Tanguito y Litto Nebbia.

“Fue escrita de un tirón en el baño de La Perla de Once, como dice una grabación que anda por ahí, porque era un lugar que de madrugada estaba abierto siempre, ya que era como un centro de estudiantes y ahí preparaban sus exámenes. Eso no cerraba nunca y nosotros cuando terminábamos de tocar por ahí, para no andar vagando por la calle y que nos metieran en cana, caíamos en La Perla”, le contó Nebbia a Emilio del Guercio, en su programa “Cómo hice”.

En algo de eso coincide Ciro Fogliatta, tecladista de Los Gatos, quien a este medio le comentó: “La Perla antiguamente no era un lugar para el rock. Con los chicos, que después fueron Los Gatos, vivíamos ahí cerca, a tres o cuatro cuadras en una pensión, además trabajábamos en La Cueva, que estaba por ahí cerca también. Pasar por el bar era un camino obligado, fue un poco una casualidad de una época. Generalmente nos íbamos al fondo para no molestar a la gente que se reunía a estudiar ahí”. 

Y remarcó: “Adentro de La Perla está la historia de los primeros rockeros de Buenos Aires que íbamos a ese bar; esa es una historia que ya está escrita y no se va a borrar. Lo que sí me apena es que cierra un lugar para tocar, una fuente de trabajo para los músicos”.

Hace algunos años, Rodolfo García, ex baterista de Almendra y Aquelarre, se encargó de la programación de los recitales en el establecimiento. Por allí pasaron las nuevas y las viejas generaciones y se volvió a rescatar un poco la esencia de aquellos años. Tocaron: Javier MartínezHéctor StarcVox DeiKubero DíazMaría Rosa YorioEmilio del GuercioClaudia Puyó, entre otros tantos.

Un poco más atrás

Otro punto a destacar del bar, más allá del rock, es que su historia se empezó a escribir en los años 20, cuando Jorge Luis Borges, Xul SolarRaúl Scalabrini OrtízLeopoldo Marechal y otros intelectuales de la época, se reunían para escuchar a Macedonio Fernández. Más tarde llegó la historia que ya todos conocen y La Perla se transformó en un sitio emblemático de la Ciudad de Buenos Aires y del barrio de Balvanera.

En 1994, fue declarado como sitio de Interés Cultural por la Legislatura porteña, por ser un “lugar frecuentado por jóvenes músicos en la década del ‘60 que gestaron las primeras composiciones del rock nacional” y en el 2006 la misma Legislatura lo destacó como “Cuna del rock argentino”. 

La reina, es la incertidumbre

Poco se sabe del futuro del local ubicado en la Avenida Jujuy y Rivadavia. Si bien ya trascendió que será parte de una de las sucursales de la pizzeria La Americana, ni los viejos dueños, ni los nuevos, realizaron declaraciones a la prensa al respecto de las posibles reformas. Algo importante: los trabajadores de La Perla mantendrán sus puestos.

“Hay muy poca información sobre el tema, de hecho fueron los empleados los que salieron a contar lo que estaba pasando”, reveló Ítalo Daffra, creador de #54Bares, una asociación civil que tiene por objetivo visitar bares notables de la ciudad y difundirlos. Según Daffra, uno de los encargados del lugar le informó que la nueva firma tiene planificado abrir 15 días después del cierre, reformas mediante. “Conociendo un poco cómo es el paño, en 15 días no van a tocar mucho la estructura y eso es un dato de alguna manera auspicioso, pero de todas maneras estamos a ciegas y queremos saber cuál es el plan de obra”, declaró. Por otro lado, citó a Los 36 Billares y London City, bares que también fueron comprados por cadenas similares, pero mantuvieron su esencia y su historia y sólo se modificó la carta, en base a la nueva firma. 

Esta podría ser una de las posibilidades para La Perla, lo que le daría un respiro a los nostálgicos, aunque aún no hay nada dicho. “La gente que compra este tipo de bares tiene que pensar que le conviene mantener la historia de estos lugares, pero no como algo romántico, sino como algo para su propio negocio. Estaría bueno que las autoridades marquen una línea de que no le da lo mismo un drugstore que un bar notable”, concluyó.

En esta misma línea, el asesor del área de Bares Notables del gobierno porteño y ex coordinador del programa “Los Barrios Porteños” de la Dirección de Patrimonio e Instituto Histórico del Ministerio de Cultura, Horacio Spinetto declaró en Télam que no hay ningún tipo de restricción edilicia en los bares notables en la medida en que el rubro que se quiera poner esté permitido por el Código de Planeamiento Urbano y agregó: “Hay cafés notables que están catalogados y eso impide que se hagan refacciones arquitectónicas, pero si no lo está, se lo puede tocar. El de La Perla no creo que lo esté, pero es sitio de interés cultural”.

Por ahora habrá que seguir esperando la resolución y velar por aquellos recuerdos de una época que ya es parte del ADN cultural porteño.

TEXTO: Fernanda Miguel

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