La noche del viernes el Luna Park ardió con el arranque del show. El grupo mexicano de rock y hip hop, con 27 años de historia musical, pisó suelo argentino con una lista de canciones que trajo consigo sus éxitos más memorables, como así también nuevos temas pertenecientes a su próximo disco.
Antes de Molotov, la noche se fue cargando de explosivos con las bandas invitadas. Lucy Patané fue la encargada de abrir el evento. La multiinstrumentista prendió la mecha al público con un repaso enérgico de su álbum publicado en 2019. Luego, fue el turno de Eterna Inocencia que, con su hardcore duro y poderoso, dejaría en claro que la noche iba a enardecer.
Kapanga tomó la posta y se lanzó a un público que rápidamente se encendió. La impronta fiestera de la agrupación oriunda de Quilmes se hizo presente desde el primer minuto. Con “La crudita”, la noche se fogoneo aún más; el show estuvo plagado de intercambios con el público, bromas entre los músicos y mucho baile.
“El universal”, “Fumar” y “Mono Relojero”, entre otros muchos éxitos de su extensa trayectoria, adornaron la actuación de esta banda carismática. La multitud que fue copando el Luna saltó, coreó y bailó cada uno de los hits. Kapanga dejó a un público prendido fuego listo para la atracción principal.
Cinco minutos más tarde de la hora señalada, Micky Huidobro, Tito Fuentes, Randy Ebright y Paco Ayala salieron al escenario a darlo todo. A puro hit y con nuevas rolas, pero apoyándose en todo su legado, la banda hizo lo esperado.
“Amateur (Rock Me Amadeus)” y “Chinga tu madre” fueron las primeras bombas acompañadas por el coro del público, que se volvía un integrante más de la banda. Lo mismo sucedió una vez que sonó el tema “Quiten el trap”, un palito a la industria en general, incluido el rock, y los consumidores: en ese momento, la banda desplegó su gran característica sonora de rock, diversión y mucha ironía, mientras la gente cantó a tope la canción.
El público terminó de estallar cuando la banda bombardeó con una seguidilla de hits para los fans old school. “Here we kum” fue una de los puntos máximos de la noche, momento en el que el pogo dijo presente. “Gimme tha Power” y “Hit Me” llegaron con la gente completamente encendida y con la noche a punto. El momento de color llego cuando la gente deliro al son de “Frijolero”, con Tito tirándose unos prohibidos jugando con la gente, desatando el baile y la diversión.
Luego se hizo escuchar “No Olvidamos”, tema que lanzaron hace unos meses y que abarca los diferentes problemas sociales que ha vivido México. “Voto latino” y “Your ego never be your amigo” también acompañaron sus críticas hacia la sociedad, y transmitiendo sus opiniones con su característica dureza. Para ese entonces, el show entraba en el momento más calmo de la noche.
Aunque el Luna Park no se encontraba repleto, una lástima para una banda tan mítica como lo es Molotov, la agrupación supo llenar esos huecos con el éxtasis de los miles de espectadores que se quedaron hasta el final. “Dance and Dense Denso” fue el punto clave para volver a encender a la gente. El público le hizo honor a la letra que reza “Brincos, jalones, codazos y empujones” para poguear y explotar una vez más.
Luego del encore llegaría el final. El grupo mexicano volvió con “Matate Tete” golpeando con su sonido fuerte y riffs de guitarras. Le siguió “Puto”, uno de los himnos de la banda, haciendo delirar a todo el estadio, con los espectadores totalmente prendidos fuegos y embriagados en exaltación.
La frutilla del postre para la gran noche fue el cierre con “Rastaman-Dita”: ya casi un momento de ritual, en donde las fans se suben al escenario a darlo todo, saltando, gritando, mientras la banda y el resto del público se unen mientras coronan un show explosivo.Terminó el recital, pero el fuego seguirá encendido. La banda y su público lo saben bien, Molotov y Argentina son un solo corazón, y con varios capítulos aún por escribir. Mientras tanto, el público argentino esperará paciente a su banda favorita porque sabe bien que le dará todo el power para hacerlos estallar una vez más.