Las luces calientes atraviesan nuestras mentes, y el beat nos dibuja un agujero en pecho. Podríamos decir que esa fue la tónica sonora que tuvo el recital de Evlay, el alter ego de Facundo Yalve, en la presentación de su primer LP 333 en Niceto Club, pero nos estaríamos quedando un poco cortos, así que lo vamos a ir desarrollando momento a momento.
El productor de infinidades de artistas contemporáneos (Wos, Louta) mostró toda su espalda creativa al lanzar un disco de ésta magnitud y bancarlo en vivo con una solidez notable. Su hybrid Dj set se apoyó en la batería de Agustín Piva y el bajo de Rodwin Boonstra para ejecutar sus canciones en versiones más experimentales de las editadas en el disco, mostrándonos así, varios rincones de ese universo sonoro que nos presenta.
Desde el comienzo con “Antes del inicio”, nos sumerge en luces plateadas que rebotan en las pantallas, como si una nave espacial estuviese despegando bajo un paisaje sonoro violento, vaya a saber uno hacia que galaxia. Nico Alfieri se pone al frente en “Sillón verde” y An Espil nos obliga a girar hacia el balcón, desde donde cantó “Inflexión”, para que luego volvamos al escenario para ver como Taichu nos hipnotiza en “No siento mi sangre”.
Los mismos invitados del disco van tomando su lugar, con Yalve pivotando los sonidos, que van navegando del techno al rock, del rock al pop, y del pop de nuevo al techno. Lo alternativo de lo alternativo.
El cruce entre Wos y Santiago Motorizado convergen en “Investido”, una de las grandes canciones de 333, y le dieron paso a un encapuchado Ca7riel, que apareció para hacerse cargo de “Antro” invitando a todos a vivir una experiencia extrasensorial. La exploración sonora siguió hasta el final con Lisandro Aristimuño en “Cabezas del tiempo”.
Después de un poco más de una hora, la nave comandada por Evlay vuelve a tierra firme para despedirse de la manera más conmovedora. Porque mientras suena “Chela”, el hombre saluda a su abuela, quien le cantaba el huayno “Naranjitay” cuando era chico.
Evlay es músico, productor y DJ pero, sobre todas las cosas, es Facundo: ese muchacho de Lanús con una visión peculiar a la hora de crear sonidos y sensaciones.