En tiempos efímeros y de productos de corta duración, Agustín Pérez llega con un segundo álbum que tienen nada menos que 14 canciones. El tecladista y co-fundador de Caliope Family y Cortito y Funky, se despacha con un trabajo que, asegura, lo “representa al 100% musicalmente”, siendo una especie de homenaje a los grandes compositores de la historia de la música en los cuales se inspira: Charly Garcia, Tom Jobim, Gustavo Cerati, Bill Evans, D’angelo, Steve Wonder o The Beatles.
Swing Moderno fue producido, mixeado y masterizado por el propio autor, creado en soledad. En ese sentido, confiesa que exploró sus ideas más profundas y como resultado encontramos canciones que van desde el soul hasta la bossa nova, pasando por buenas dosis de funk, pop y neo soul.
Lo primero que notamos son los tres feats de esta producción: “In love”, primer corte de difusión, cuenta con los Bifes con ensalada de invitados; “Salva este desastre” tiene a Dani Pérez; y en “Dejarte ir” encontramos a Fasciolo.
También vamos sumergiéndonos en la escucha y notamos los numerosos puentes entre el español y el inglés (ejemplo perfecto es “Lowdown”), y un predominio del funk comandando por sólidas bases de bajo. Ya en la segunda mitad, la “Jazz balad” y “Banca rota” muestran el costado calmo del álbum, con el piano ganando protagonismo.
Pero hay que terminar más arriba y “Doo bap” nos vuelve a reecontrar con el clima más chill y volvemos a hacer un trago para terminar la escucha de la mejor manera.
Buen trabajo de Agus Pérez, compositor, cantante, multiinstrumentista, y también arreglista y productor. Swing Moderno es un disco largo para estos tiempos en los que manda el algoritmo. Y por eso cuando lo terminamos sentimos que lo disfrutamos más.