En su estudio del Microcentro, Lee Mudh cocina el sonido del futuro: mezcla G-Funk con fusiones porteñas, escribe letras en el tren y se inspira en los personajes de la Ciudad de Buenos Aires. Mientras prepara su nuevo álbum para 2026 nos abre las entrañas de “Funk del Sur”, el tema que captura la noche ciudadana como un videojuego pixelado.
―”Funk del Sur” tiene una vibra muy marcada del G-Funk clásico, pero con una identidad bien porteña. ¿Cómo fue el proceso de combinar esas referencias con la noche de Buenos Aires?
―La realidad es que fluyó con naturalidad. Hace tiempo venía con ganas de hacer una versión argenta que mezcle elementos del g-funk, funk jazz,y neo soul. Armé la base, el groove estaba ok, pero sentía que le faltaba algo. Un día pasó por mi estudio Santi Traversini con su trompeta. Le mostré lo que estaba armando, y pintó que grabe en dos canciones, una de ellas Funk del Sur. A partir de ahí sentí que la base estaba lista, el audio empezó a tornarse más “nocturno”, como que me traía imágenes vinculadas a Buenos Aires y su noche eterna. La letra la escribí mientras viajaba en el tren escuchando la maqueta sin voz, empecé a recordar algunas salidas post show con mi crew y amigos. Con ese hilo conductor fui armando la narrativa. Además, en ese momento estaba viviendo en el Microcentro, un lugar lleno de oficinas y edificios enormes, algunos con mucha historia… la idea de la intro con cuerdas surgió pasando por el Teatro Colón cuando volvía para casa.
―El nuevo disco está previsto para el 2026. ¿En qué etapa del proceso estás? ¿Qué podés contarnos sobre el concepto o el sonido que estás construyendo?
―Ya tengo 4 canciones terminadas, dos están masterizadas y quedan dos por mezclar. La particularidad de este disco es que me propuse grabar íntegramente en mi estudio, lo que me permite estar todo el tiempo que quiera, grabando y probando cosas a la hora que sea. Por lo cual, el sonido va a ser totalmente distinto a Fruto de Marte (mi primer disco) que se grabó en varios estudios distintos. A nivel concepto, va a ser mucho más experimental con respecto a lo que venía haciendo, en cuanto al formato, estructura, lírica, instrumentos y mezcla de estilos. Además, sumé a Gucho como co productor, que me ayuda bastante en la construcción general de cada tema, aportando ideas, o en la búsqueda de la identidad sonora.
―En tu obra hay una mezcla de géneros: Funk, Rap, R&B, Rock… ¿Cómo sentís que “Funk del Sur” se posiciona dentro de tu discografía y qué adelanta del disco que se viene en 2026?
―Siento que es la profundización de esa búsqueda del sonido propio que ya venía en Fruto de Marte, pero aún no había logrado desarrollarlo del todo. Cuando hice el disco anterior fue el primer trabajo 100% solista luego de muchos años trabajando en banda, donde se respetaba mucho más algunas reglas implícitas en cuanto a géneros, y sentía que la transición a este “nuevo sonido” tenía que ser de a poco. En ese momento aún me faltaba camino por recorrer y cosas por descubrir, por lo que nunca podría haber logrado lo que estoy haciendo ahora. Siento que en este tiempo aprendí un montón de cosas nuevas, lo que me permitió armar más de 20 demos y seleccionar mejor lo que quería expresar en esta nueva etapa. Imaginate que ya tengo material para un tercer disco (risas).
―¿Qué rol tuvo Pablo Brand en la realización visual del video? ¿Trabajaron juntos desde el guión o fue una idea que ya venías desarrollando desde la canción?
―Con Pablo nos conocemos hace varios años, ya veníamos trabajando juntos desde el disco anterior, y la realidad es que sin él nada de esto hubiese sido posible. Es una persona que siempre que le propongo algo, está incondicionalmente. Nos complementamos muy bien, aporta muchas ideas, y sobre todo nos divertimos un montón laburando juntos. Cuando le presenté la idea del disco nuevo y la estética de Funk del Sur, le encantó. Empezamos a desarrollar juntos el guion, los escenarios, la vestimenta, los personajes, la estética general y sobre la marcha fuimos ajustando cosas.
―El videoclip mezcla rodaje real con pixel art y animación 2D. ¿Cómo surgió la idea estética?
―La realidad es que en un principio iba a ser sólo rodaje con actores, ya veníamos de la experiencia de “Sin Sulpa” donde nos llevó mucho más tiempo la animación y no queríamos caer en lo mismo. Pero, pasó que sentíamos que algo faltaba para terminar de conectar las historias que iban sucediendo en paralelo. Ahí surgió la idea de conectar todo a través de la animación 2D con la estética pixel art de un videojuego. Por suerte esta vez llegamos mucho mejor con los deadline y pudo salir todo en tiempo y forma tal lo planificado.
―Hay un imaginario muy fuerte en la propuesta: alquimia, pizza, motoqueros, magia urbana… ¿Qué te inspira a la hora de construir esos mundos? ¿Lo pensás como una extensión del sonido o nace en paralelo?
―Está todo conectado con todo. Cuando terminé la canción me tomé el tiempo de pensar que arquetipo representaría mejor visualmente cada pasaje de la canción y que además pueda tener una narrativa que haga que el espectador pueda decir ese es mi personaje preferido. Me llegan comentarios de todo tipo, a algunas personas les gusta más las oficinistas descontroladas, a otros el motoquero loco, la médium o el alquimista. La idea es darle a la gente una ficción que sea atractiva y que a la vez deje algunos conceptos en el aire para que cada uno haga su libre interpretación, creo que es un poco el juego, dejar que la obra haga su propio recorrido con la gente. La inspiración surge de la vorágine misma de vivir acá, y alguna que otra leyenda urbana. Si abrís un poco los ojos y conectas con lo que pasa a tu alrededor, viviendo en esta ciudad, tan grande, tan cosmopolita y rica en historia, siempre vas a encontrar algo que amerita ser contado sobre alguna situación o personaje. Siempre encontrarás una historia para contar.