La cantante transgénero no binaria, referente del tango queer, presenta un material completamente novedoso en su carrera. Traspasa el umbral del tango y nos trae un disco con sonido techno -pop para llevar un mensaje profético a través de su voz y de su cuerpo trans a la pista de baile. Como un testimonio de alguien que volvió de la muerte.
El disco plasma perfectamente el proceso de muerte y resurrección desde el principio del álbum, ya que luego de cruzar el “Umbral”, interludio instrumental del proyecto, y de acercarse a las “Orillas” a dueto con Vedette; es en “Tangamente”; dónde se produce un quiebre, el anuncio de la propia muerte.
Hacia el final del álbum aparece “Invócame”, canción que representa el ansia de ser deseada por otrxs, lo que puede llevarnos a intentar cambiar todo lo que somos con tal de agradar a lxs demás y a perdernos en el deseo ajeno. “Invócame” es un aquelarre, un encuentro, una fiesta, un ritual de la disidencia posporno.
FIFI, con su voz y su lírica, junto a la producción musical de Emanuel Manso, crea un recorrido mágico conceptual sobre la transición y el duelo para crear fantasías que devuelvan a la fiesta y la música electrónica donde pertenecen junto a lxs mostras, lxs trans y lxs travestis. Post Cringe, se trata cruzar el umbral, sobrevivir a la muerte y adueñarse de lo que a una le pertenece.