Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
Seguinos en
Banner

Octavia

“Nos queda mucho por hacer”

Cronista: Gentileza: Pablo Gabriel Krause | Fotos: Beto Landoni

06 de Agosto, 2006

“Nos queda mucho por hacer”

Pioneros en la escena de rock de Bolivia, Octavia llegó para presentarse por primera vez en vivo en Argentina, con dos shows: uno en Loca Bohemia, y el otro en Claps. Desde el hotel, nos cuentan como es su primera incursión en suelo argentino

Talismán” es el primer disco de la trayectoria de Octavia que se edita fuera de su país natal. Para defender la placa, los bolivianos desembarcaron en suelo nacional, para presentarse en Loca Bohemia y Claps. Sin embargo, la historia de Octavia se remonta varios años, y diez álbumes hacia atrás, cuando poco de rock se conocía en Bolivia. Ellos mismos (Omar en voces, Simón en guitarra, Vladimir en bajo, Ricardo en teclados, Jimbo en instrumentos autóctonos, y Martín en batería), nos cuentan cómo fue la carrera de Octavia.

¿Cómo fue arrancar con una banda de rock en Bolivia en 1988?

Vladimir
: La dictadura había terminado hacía muy poco tiempo, y había diezmado los pocos intentos de bandas que se habían generado. No existía creación rockera en Bolivia en esos años, fuimos de las primeras opciones que surgieron, junto con otras bandas, aunque hoy en día creo que no somos los únicos que quedaron de esa época. Debemos ser una de las bandas que mayor tiempo de vida ha tenido en Bolivia, y eso nos permitió obtener un público que abarca más de una generación. Creo que logramos generar un aporte a nuestra música boliviana, pero todavía nos queda mucho por hacer. Tenemos ganas de seguir esforzándonos por editar nuestra música fuera de Bolivia, y por supuesto, empezar a tocar en otros países.

Ustedes cambiaron de nombre varias veces en su carrera…

Simón
: El primer cambio fue porque, para nosotros, Stress era un nombre muy de la época, pero que en el fondo no decía mucho. La banda había conseguido su primer contrato y como nosotros éramos todos estudiantes de música, nos inclinamos por “Coda 3” que es un término que se usa mucho. Y el “tres” fue por Stress (risas), para que no muera esa primera intención. Como Coda 3 hicimos cuatro discos, pero cuando firmamos con Sony nos encontramos con que el nombre ya estaba registrado en Chile y México, así que nos vimos nuevamente en la necesidad de cambiar. Ése año cumplíamos ocho años juntos, así que fuimos por “Octavia”.

Uno de los atractivos de Octavia es la inclusión de instrumentos autóctonos en sus composiciones, ¿cómo surgió esa veta?

Simón
: Siempre lo hacíamos, pero de forma muy tímida en un principio. Para el momento que pasamos a ser “Octavia”, se plantea un cambio musical muy importante. Ya no solamente era una banda de rock como tal, sino que trataba de ponerle un condimento del lugar. Se empezaron a incluir instrumentos bolivianos nativos. Fue toda una propuesta nueva, que cambió para nosotros desde el mismo aspecto estético de la música, hasta un nivel personal de la banda. Había que convencer a nuestra propia gente de ello, y si bien al principio era un rechazo total, nosotros creíamos en nuestra propuesta, y la defendimos hasta que se ha consolidado absolutamente en el gusto popular. Es una propuesta polémica, que ha traído pros y contras, como todo, pero hasta el momento el público ha elegido inclinarse por esto.

A 18 años del comienzo de la banda, ¿hacia dónde apuntan ahora?

Vladimir
: Creo que una de las cosas que siempre perseguimos es poder experimentar, salir de lo que ya habíamos hecho, poder renovarnos y tomar nuevos aires. Eso siempre nos ha mantenido atentos, y nos hemos valido de esas cosas. En algunos discos de manera muy presente, y en otros no tanto. Cada disco vamos buscando qué cosas podemos probar, siempre manteniendo la línea de lo que hacemos. Por otro lado, siempre nos ha llamado la atención el poder exportar nuestra música hacia donde sea posible, y es una tarea muy difícil, sobre todo en Bolivia, donde el mercado es muy pequeño. Probablemente una banda con esta trayectoria de años y discos, en otros países sería megaestrella, pero el saltar para otros países es un trabajo de día a día, para el que hay que esforzarse mucho.

Ya pasaron casi dos años de la edición de Talismán: ¿Están preparando un nuevo disco?

Omar
: “Talismán” se editó en Estados Unidos y Argentina bastante después que en Bolivia, y eso nos mantiene un poco en medio, porque nosotros estamos listos a sacar un álbum que habíamos preparado hace dos años. Va a ser un maxi single de cinco canciones, que próximamente editaremos para el público boliviano. Mientras tanto, estamos trabajando para nuestro nuevo disco en estudio, que estamos componiendo y trabajando, que seguramente estará listo en un año aproximadamente. Pero queríamos hacer este lanzamiento para que no quede un bache tan grande para con nuestro público.

Teniendo en cuenta que ustedes estuvieron allí desde el primer momento: ¿Cómo es hoy en día la escena del rock boliviano?

Vladimir
: Tuvimos la fortuna de haber sido parte del desarrollo de este mercado. Ahora existe una industria naciente, y hay muchas bandas que son muy buenas, que seguramente podrían tener una opción a nivel internacional. Estamos muy contentos de haber sido parte de esto, porque si bien todavía sigue siendo un mercado pequeño, hoy hay muchas opciones, canales de música, y la juventud se ha hecho costumbre de asistir a los conciertos. Creo que ha crecido muchísimo en los últimos diez años, aunque aún así, para las bandas que quieran trascender fronteras, el mercado es todavía demasiado chico. Eso es lo que nos motiva también a seguir creando, manteniendo a nuestro público en Bolivia, pero siendo un poco pretenciosos, con la intención de poder lograr algo similar fuera del país.

Argentina cuenta con una escena que se caracteriza más por “exportar” bandas, que por abrir las fronteras: ¿Cómo sienten ese paso hasta ahora?

Vladimir
: Es difícil. De hecho, hay una restricción casi implícita en todo, en los medios, en la prensa, etc. Hay empresas grandes que están monopolizando mucha de la movida, pero no es imposible. Creo que, de alguna forma, la música es la que abre las puertas. Y si la música es buena y le gusta a la gente, de pronto vas a ver que las cosas se empiezan a abrir. Nosotros estamos en camino de eso.

TXT: Pablo Gabriel Krause
Fotos: Beto Landoni
TODAS LAS FOTOS