Volador G
“Lo más importante es la canción”
Cronista: Gentileza: Pablo Gabriel Krause | Fotos:
Beto Landoni
26 de Julio, 2006
Mañana jueves, Volador G presenta Par, su segundo disco, en La Trastienda. Como es costumbre, Fernando, Juan Manuel, y el recién ingresado Gusz Zabala charlaron con La Bitácora antes de pisar las tablas de San Telmo
A seis años de su comienzo como banda, Volador G edita “Par” , su segundo larga duración. Para aquellos que no conozcan de vinilos, puede que el término no les sea muy familiar, pero en este caso es más que apropiado, teniéndo en cuenta que decidieron editar dos “lados virtuales”, cada uno a cargo de un productor diferente: Richard Coleman (Los Siete Delfines), y Ezequiel Araujo (El Otro Yo). Mañana, jueves 27, presentan el disco en La Trastienda.
¿Cómo surge la idea de los dos “lados virtuales” de Par?
Fernando Pécora: La idea original eran tres lados virtuales, pero no había presupuesto y terminamos haciendo dos. Surgió como una manera de enriquecer la música, tener miradas diferentes sobre las canciones. Y de ahí sale también la idea de poner dos tipos bien diferentes, como son [Richard] Coleman y [Ezequiel] Araujo.
Ese “tercer lado virtual” que finalmente no existió… ¿También iba a tener un productor diferente?
F: Sí, pero no se llegó a definir porque se terminó la plata antes (Risas).
Ustedes habían adelantado algunos temas cuando tocaron en La Trastienda en Julio del año pasado, que finalmente no formaron parte de “Par”…
Juan Manuel: Como teníamos tantos demos, cuando nos juntamos con Richard y Ezequiel, lo que hicimos fue agarrar y decir: “A nosotros nos gustan todos, eligan ustedes con qué temas quieren laburar”.
¿Cómo fue, en lo personal, laburar con Richard Coleman?
F: Para nosotros fue bárbaro, re groso. Es un referente inevitable para nosotros, y creo que es un número uno serio. Laburar con él fue un honor, más aún en la forma que trabajó. Se involucró, tocó muchas guitarras y hasta cantó incluso.
Los dos productores tuvieron participación “activa” en el disco…
JM: En realidad, la gente iba al estudio y se servía. Entraba y decía “¿che puedo tocar la guitarra?”… Y dale, no hay drama. Después necesitábamos unas secuencias y apareció Gusz (risas).
Justamente, en el medio de la grabación, se agrandó la familia de Volador G…
Gusz Zabala: Creo que todo pasa por pasarla bien. Gabriel [Mateos] y yo tenemos un proyecto paralelo de música electrónica, y cuando surgió esto, más allá de que nos gustaban los temas, la pasábamos bien estando con los músicos que integraban Volador G. Entonces se empezó a dar esa cosa de “amistad”, y a partir de ahí empezamos a tocar juntos.
F: Igual ya habían estado como invitados en algunos viajecitos que habíamos hecho y demás. En este disco quedó un poco más estable la cosa, se agranda la banda, pero básicamente es porque nos divertimos.
¿Cómo preparan la presentación?
F: Por una cuestión de agenda, no creo que pueda estar Richard porque ahora está tocando, pero seguramente vendrá a saludar. Ezequiel es casi seguro que va a estar tocando, va a haber algunas proyecciones, puesta de luces. Estamos tratando de poner todo lo que se pueda, y tratar que la banda suene bien.
JM: Nosotros siempre tenemos muchos invitados para las presentaciones de los discos, sobre todo de bandas amigas, pero para esta etapa queríamos priorizar un buen sonido de la banda y estábamos muy apretados con los tiempos. Desde que terminamos el disco, prácticamente no lo habíamos ensayado, y queríamos hacerlo realmente bien. Queremos que Volador G suene bien, priorizamos eso esta vez.
¿Hoy en día Volador G es una banda de rock, de pop, o ambos?
F: Es una banda de rock. No es una banda de rock & roll, pero es una banda de rock, son canciones. Lo más importante siempre es la canción. Vos tenés que poder desnudarla, sacarle toda la ropa, agarrar la guitarra y que cuando la toques sea una canción. A eso apuntamos siempre.
¿Cómo ven el ámbito local musicalmente hablando?
(Después de varias risas y miradas cruzadas, le ceden la palabra a Gusz)
G: Me parece que hay canción en casi todas las bandas, pero lo que se ve es que la mayoría de las bandas que la pegan apuntan a un público adolescente. Ya pasa a ser recontra canción, recontra estribillo, recontra hit. Entre los que la están pegando, no veo mucho de rock. Seguramente hay muchas bandas excelentes, pero que no conocemos.
F: Claro. Las bandas que realmente tienen algo interesante, no están en el medio. No las escuchás porque no tienen espacio, pero que las hay, las hay.
¿En ese sentido, quiénes creen que acompañan la propuesta de Volador G?
JM: Hoy por hoy, todo el movimiento que no es “rocanrol”, de cierta manera, se junta. Si te fijás, por ejemplo, toca Adicta con Juana la Loca, que mucho que ver no tienen. Pasa por una cuestión de que es más afín. Todo lo que está dando vueltas por el otro lado, se junta. Nosotros estamos en ese “lado B” de la historia, pero también hay gente como Cerati en ese “lado B”, salvando las distancias en cuanto a convocatoria.
¿No les parece que se están abriendo dos caminos bien diferenciados en el rock?
F: Sí, pero tenés más para elegir, y hay público para todo. Yo creo que está bueno.
JM: Si lo comparás con los ochenta por ejemplo, en ese entonces el pop estaba bien arriba, y los únicos que hacían rock and roll eran Riff. El pibe que quería escuchar rock, si no le gustaba Riff, no tenía otra cosa para elegir. Se tenía que matar o escuchar algo de afuera. Ahora es absolutamente al revés, pero son las reglas del juego.
Pero de alguna manera, cayó el nivel musical. Riff era una banda que está varios escalones por encima de lo que se escucha ahora…
JM: Decayó el nivel cultural en general. Esto es un juicio político personal, pero no me importa. El menemismo, culturalmente, destrozó la sociedad. Es una idea mia, pero creo que los noventa fueron duros para la cultura. Creo que hubo una desculturización muy importante en todos los ámbitos, no solamente en la música, y se está pagando. La gente quiere cada vez cosas más simples, y yo quiero hacer la música que a mi me gusta.
¿Cómo surge la idea de los dos “lados virtuales” de Par?
Fernando Pécora: La idea original eran tres lados virtuales, pero no había presupuesto y terminamos haciendo dos. Surgió como una manera de enriquecer la música, tener miradas diferentes sobre las canciones. Y de ahí sale también la idea de poner dos tipos bien diferentes, como son [Richard] Coleman y [Ezequiel] Araujo.
Ese “tercer lado virtual” que finalmente no existió… ¿También iba a tener un productor diferente?
F: Sí, pero no se llegó a definir porque se terminó la plata antes (Risas).
Ustedes habían adelantado algunos temas cuando tocaron en La Trastienda en Julio del año pasado, que finalmente no formaron parte de “Par”…
Juan Manuel: Como teníamos tantos demos, cuando nos juntamos con Richard y Ezequiel, lo que hicimos fue agarrar y decir: “A nosotros nos gustan todos, eligan ustedes con qué temas quieren laburar”.
¿Cómo fue, en lo personal, laburar con Richard Coleman?
F: Para nosotros fue bárbaro, re groso. Es un referente inevitable para nosotros, y creo que es un número uno serio. Laburar con él fue un honor, más aún en la forma que trabajó. Se involucró, tocó muchas guitarras y hasta cantó incluso.
Los dos productores tuvieron participación “activa” en el disco…
JM: En realidad, la gente iba al estudio y se servía. Entraba y decía “¿che puedo tocar la guitarra?”… Y dale, no hay drama. Después necesitábamos unas secuencias y apareció Gusz (risas).
Justamente, en el medio de la grabación, se agrandó la familia de Volador G…
Gusz Zabala: Creo que todo pasa por pasarla bien. Gabriel [Mateos] y yo tenemos un proyecto paralelo de música electrónica, y cuando surgió esto, más allá de que nos gustaban los temas, la pasábamos bien estando con los músicos que integraban Volador G. Entonces se empezó a dar esa cosa de “amistad”, y a partir de ahí empezamos a tocar juntos.
F: Igual ya habían estado como invitados en algunos viajecitos que habíamos hecho y demás. En este disco quedó un poco más estable la cosa, se agranda la banda, pero básicamente es porque nos divertimos.
¿Cómo preparan la presentación?
F: Por una cuestión de agenda, no creo que pueda estar Richard porque ahora está tocando, pero seguramente vendrá a saludar. Ezequiel es casi seguro que va a estar tocando, va a haber algunas proyecciones, puesta de luces. Estamos tratando de poner todo lo que se pueda, y tratar que la banda suene bien.
JM: Nosotros siempre tenemos muchos invitados para las presentaciones de los discos, sobre todo de bandas amigas, pero para esta etapa queríamos priorizar un buen sonido de la banda y estábamos muy apretados con los tiempos. Desde que terminamos el disco, prácticamente no lo habíamos ensayado, y queríamos hacerlo realmente bien. Queremos que Volador G suene bien, priorizamos eso esta vez.
¿Hoy en día Volador G es una banda de rock, de pop, o ambos?
F: Es una banda de rock. No es una banda de rock & roll, pero es una banda de rock, son canciones. Lo más importante siempre es la canción. Vos tenés que poder desnudarla, sacarle toda la ropa, agarrar la guitarra y que cuando la toques sea una canción. A eso apuntamos siempre.
¿Cómo ven el ámbito local musicalmente hablando?
(Después de varias risas y miradas cruzadas, le ceden la palabra a Gusz)
G: Me parece que hay canción en casi todas las bandas, pero lo que se ve es que la mayoría de las bandas que la pegan apuntan a un público adolescente. Ya pasa a ser recontra canción, recontra estribillo, recontra hit. Entre los que la están pegando, no veo mucho de rock. Seguramente hay muchas bandas excelentes, pero que no conocemos.
F: Claro. Las bandas que realmente tienen algo interesante, no están en el medio. No las escuchás porque no tienen espacio, pero que las hay, las hay.
¿En ese sentido, quiénes creen que acompañan la propuesta de Volador G?
JM: Hoy por hoy, todo el movimiento que no es “rocanrol”, de cierta manera, se junta. Si te fijás, por ejemplo, toca Adicta con Juana la Loca, que mucho que ver no tienen. Pasa por una cuestión de que es más afín. Todo lo que está dando vueltas por el otro lado, se junta. Nosotros estamos en ese “lado B” de la historia, pero también hay gente como Cerati en ese “lado B”, salvando las distancias en cuanto a convocatoria.
¿No les parece que se están abriendo dos caminos bien diferenciados en el rock?
F: Sí, pero tenés más para elegir, y hay público para todo. Yo creo que está bueno.
JM: Si lo comparás con los ochenta por ejemplo, en ese entonces el pop estaba bien arriba, y los únicos que hacían rock and roll eran Riff. El pibe que quería escuchar rock, si no le gustaba Riff, no tenía otra cosa para elegir. Se tenía que matar o escuchar algo de afuera. Ahora es absolutamente al revés, pero son las reglas del juego.
Pero de alguna manera, cayó el nivel musical. Riff era una banda que está varios escalones por encima de lo que se escucha ahora…
JM: Decayó el nivel cultural en general. Esto es un juicio político personal, pero no me importa. El menemismo, culturalmente, destrozó la sociedad. Es una idea mia, pero creo que los noventa fueron duros para la cultura. Creo que hubo una desculturización muy importante en todos los ámbitos, no solamente en la música, y se está pagando. La gente quiere cada vez cosas más simples, y yo quiero hacer la música que a mi me gusta.