Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Cuentos Borgeanos

"Pensar es muy costoso"

Cronista: Gentileza: Pablo Gabriel Krause | Fotos: Beto Landoni

12 de Junio, 2006

"Pensar es muy costoso"

La banda de Abril Sosa despide este domingo en La Trastienda a Misantropía, su último disco. Cuentos Borgeanos habla de una etapa que se cierra y de lo que viene de aquí en adelante.

Además de un muy buen nombre, Cuentos Borgeanos, catalogados alguna vez como “rock literario”, intenta desarrollar una propuesta que respalde esa identidad. Después de un disco introspectivo como lo fue “Misantropía”, Abril Sosa (voz y guitarra), Agustín Rocino (bajo), Diego James (guitarra) y Lucas Hernández (batería) parecen buscar una faceta más “directa” en cuanto a la lírica, aunque reconocen que les es inevitable separarse de su costado “literario”. Para aquellos interesados, los chicos se presentan este domingo 18 en La Trastienda, con invitados varios. Es todo lo que vamos a adelantar… ahora lean hasta el final, que sino pierde la gracia. ¿Cuentos Borgenanos es una banda “literaria”?

Abril: De alguna forma, cualquier banda podría ser literaria. Después de todo ¿qué es la literatura? Es parte de la ficción, del arte. Y uno todo el tiempo está construyendo cosas que no existen en la música y en las canciones. Nosotros estamos muy relacionados desde el nombre y desde nuestra forma de ser. Somos grandes consumidores del arte. Nos gusta mucho. Por ese lado creo que sí. Tal vez las letras tienen como pequeños destellos muy referentes a la literatura y algunos autores, pero es algo inevitable. El músico se relaciona con la poesía como un jugador de fútbol se relaciona con una pelota.

Pero además tiene una especie de parodia a Dr. Jeckyl y Mr. Hide en “El extraño caso de Mr. Nadie y Dr. Soy”

Agustín: Hay muchas citas literarias en todas las letras de Cuentos. Son responsabilidad de Abril Sosa, pero igualmente son cosas que hablamos mucho nosotros. El escribe las letras, pero muchas veces surgen de conversaciones que tenemos entre los cuatro. Son cosas que nos influyen a todos, si bien él las canaliza, son cosas que sentimos todos.

“Misantropía” viene a ser algo así como la repugnancia al género humano…

Abril: Lo que pasa es que hay como un sentido gramatical que es el rechazo hacia la raza humana, pero nosotros lo tomamos no desde el sentido de la confrontación hacia eso, sino de apartarse. Me da miedo el mundo y me meto adentro. “Misantropía” es el título de un disco que fue medio así. Desde la composición también tratamos de buscar eso, de buscarnos desde adentro a nosotros.

Agustín: Fue un disco más experimental. Donde nosotros, como grupo y como personas, buscamos qué nos estaba pasando y cómo se reflejaba eso en una canción.

¿Piensan seguir desarrollando la faceta “literaria” de la banda?

Abril: A veces es involuntario citar un autor, o una idea, pero por otro lado a veces es hasta más difícil ese camino. El mundo actual está preparado para facilitarle las cosas a la gente en todos los sentidos. Eso lleva entonces a que la gente traslade ese poco uso de su cuerpo, o de su ingenio para lograr algo, a sus pensamientos. Parece que es muy costoso pensar. Lo que buscamos ahora, que se refleja en las nuevas canciones, es como una llegada un poco más directa. No nos llevaría a vender ningún disco tratar de hacer pensar directamente a la gente. Todas las canciones te pueden llevar a pensar. La letra puede ser muy simple y a la vez muy profunda.

Agustín: Igualmente si a partir de una canción, o un grupo de rock, se puede hacer que un pibe lea un libro, me parece mucho más fabuloso que decir “fumate un porro” o “devolvé la bolsa”.

¿Qué cosas cambiaron entre “Fantasmas” y “Misantropía”?

Diego: Primero, Fantasmas fue grabado con un mes de banda. Muy rápido, en una o dos semanas. Y así suena el disco. Hay errores incluso, pero nos gusta que sea así, porque capta el momento en que estábamos y la energía de la banda en ese momento. Y Misantropía fue todo lo contrario, en todo sentido. Musicalmente hasta la forma de grabarlo, que estuvimos un año y medio grabándolo. También hay una maduración en la banda. Todo viene a raíz de eso. Después de estar tanto tiempo grabando, aunque no quieras, madurás.

Y en cuanto al próximo disco ¿cómo lo preparan?

Lucas: Ahora estamos en una etapa más clara, teniendo en cuenta lo que fue la oscuridad de Misantropía. Estamos más contentos con la vida, somos felices, la estamos pasando bien (risas). Digamos que es otra etapa. Estamos tocando y estamos mejor con nosotros mismos.

Abril: Viene por un lado un poco más rock. Hace varios meses atrás Lucas empezó a usar cuerpos más grandes en la batería y todos seguimos esa tendencia. El rock revivió ahora. Y nosotros también revivimos en las canciones nuevas esa cosa de “rock”. El rock escencial, de sonidos de guitarra-cable-equipo. Nada más.

El concepto de Misantropía giraba en torno a una frase de Campos que dice que “el hombre para alcanzar la libertad, tiene que superar el miedo a morir”. ¿Tienen pensado basar el próximo disco en torno a un concepto en particular?

Abril: La idea de la muerte es muy recurrente en Cuentos Borgeanos. De la muerte como una activación a vivir. Tiene que ver un poco con la filosofía oriental de vivir cada día como el último. Ser conciente de la muerte para vivir la vida más intensa. Somos personas muy intensas, en todos los sentidos. En nuestra amistad y en nuestra música. Vivimos todo muy intenso y con ese sabor a vivir. Vamos a vivir, porque de un poco se trata eso. No va a excluir la idea de la muerte, sino a tenerla bien clara. De hecho en las letras nuevas hay una clara idea de la muerte. Es algo que siempre me obsesionó mucho y me sigue obsesionando.
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