Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Tierra de Fuego

"La canción es la estrella"

Cronista: Gentileza: Pablo Gabriel Krause | Fotos: Beto Landoni

11 de Junio, 2006

"La canción es la estrella"

Tres años después de su último disco, Tierra de Fuego vuelve al ruedo con Mil días después. Y como hace mil días, siguen defendiendo la importancia de hacer buenas canciones. De esto se trata.

“Campeonato de canciones con bonitos estribillos”. La frase pertenece al señor Ricardo Mollo, pero bien puede utilizarse para definir la situación que atraviesa la escena de rock local. En medio de toda esa conjunción de bandas prácticamente calcadas enarbolando la bandera del rock and roll (o mejor dicho, rocanrol), Tierra de Fuego busca despegarse y transitar un camino distinto, con algunos guiños al hard rock, y el rock sureño. Haciendo fuerte en la importancia de la canción, Fernando Aguirre (voz y guitarra) y los hermanos Ignacio y Agustín Bianchi (en bajo y batería), acaban de editar “Mil días después”, disco que presentan este jueves 15 en Unione e Benevolenza.

Hay quienes dicen que las bandas definen su sonido en el tercer disco…

Ignacio: Puede ser, porque este disco tiene bastante del primer disco, bastante del segundo, y nuevos elementos, por lo que puede ser medio “definidor” del sonido. Por lo menos en esta etapa de ahora, después veremos. Es un disco muy nuestro.

Agustín: Tiene síntesis de ideas, entonces como resumen y definición está bueno, y tiene un trabajo mayor de producción. Eso hace que se torne un poco más homogéneo.

Ustedes insisten, o insistían mucho, con la importancia de las buenas canciones…

Ignacio: Seguimos insistiendo… La canción sigue siendo la estrella de la banda, es la prioridad en todo. La canción después dispara, pero lo más importante siempre es la canción. Seguimos sosteniéndo es idea. Se podría decir que es el estandarte de la banda.

Comparando a “Místicos Animales” con “Mil días después” ¿cómo definirían el sonido?

Fernando: “Místicos” tiene la seducción de un buen sahumerio. Y este tiene la seducción de una buena pollera. Pierna, mucha pierna.

Ignacio: Es más homogéneo. “Místicos” era más ecléptico. Tenía diferentes climas, te llevaba a un lado, te traía, este va mucho más derecho. Es un viaje, desde el primer tema hasta el último.

El arte de tapa es muy rockera…

Ignacio: Es un disco 100% rockero. Pero bien de trío. No es el rock gigante de dos o tres guitarras. Es un trío de rock, pero super maximizado.

Fernando: Y los arreglos se bancan entre los tres. No hay músicos invitados, ni sobregrabaciones por demás. No está pensado desde cuatro integrantes, sino tres. Está para aguantarlo y rockearlo.

Otra de las cosas que rescataban era su constante intento por transmitirle a la gente la energía que se genera arriba del escenario…

Ignacio: Digamos que somos una banda que plantea el show en base a nosotros. No somos una banda que pretende que el público haga el show, o esperar a que la gente haga el espectáculo, porque no está bueno. Es robarle la plata a la gente. La idea de una banda es que la banda toque, y la gente escuche. Que el show esté arriba del escenario. Por eso no arengamos a nivel fútbol/cancha. Odiamos todo eso. Nos parece que no tiene nada que ver con la música.

Agustín: Eso viene a colación de otro tema, que es el hecho de la política en la música, el fútbol en la música. Nosotros tratamos de mostrar algo que sale de adentro. Pueden ser vivencias o fantasías, realmente no importa, cada uno lo toma como quiere, pero ahí no vas a encontrar algo que no se relacione con ese contexto.

La poesía también es algo a lo que le prestan mucha atención…

Fernando: Para este disco hicimos muchos temas, más de treinta. Después tuvimos que ir seleccionando entre nosotros hasta llegar a veinte más o menos. En algunos la letra surge junto con la música, a veces te lo despierta una poesía, a veces es un piropo. De cualquier cosa puede salir una canción, hasta de un imán de una heladera. Lo importante es que la palabra tenga un eco, poder decirlo de una manera más elaborada.

Ignacio: Justamente va por ese lado. Poder presentarlo de una manera más simbólica. No todo tan claro, tan chato, tan obvio. A nosotros la música que nos gusta son las letras a las que les tenés que buscar una vuelta, las letras que te disparan algo. Eso es lo interesante. No es algo que nos proponemos, pero pasa porque nos gusta a todos. Si yo digo “tomo vino en la cancha de Temperley”, todos lo entienden como “tomo vino en la cancha de Temperley”, y no está bueno, porque llega un momento que se vuelve aburrido. La música no te dispara nada, no te hace pensar, no te hace imaginar… termina siendo una radio prendida. Un tipo que habla. Nada más.
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