“Ya es hora de hacer algo nuevo”

Los chicos reciben al equipo periodístico en su sala de ensayo del barrio de Almagro. Hay un patio interno que expone la tarde de un abril que se esfuma. Unas escaleras y un techo con más pintadas que una plaza. “Acá está bien” , dice Ale y luego de muchas vueltas empieza la charla. Los dos integrantes se muestran tal como son, vienen de una banda que hace rato abandonó el under y cada vez suena más en todos lados. Tanto es así que este fin de semana despiden su disco “Un grito en el viento” , y allí adelantarán temas del que viene: “En la vereda de enfrente” .

“De hecho –corrige Kurz- no es la presentación del nuevo disco, sino que vamos a adelantar temas de la placa, que va a salir a principios de mayo. La idea de las actuaciones en el Teatro de Flores es cerrar el ciclo del disco anterior y empezar esta historia con canciones nuevas. La presentación oficial será más adelante.”

En ese “nuevo” lugar del oeste de la ciudad, ya hicieron 2 fechas en diciembre pasado. Luego participaron en festivales y llevaron adelante una gira de verano: “No nos son lugares demasiado nuevos. En todo caso son los lugares que nos tocan y están buenísimos. Nos gusta el sonido, el lugar y a la gente le queda cómodo. Además, nuestras metas son etapas que vamos pasando. Como cuando empezamos con Cátulo, luego pasamos a Marquee, de ahí a Cemento. Luego, bueno… pasó Cromañón- y durante un momento se instala el silencio- entonces tuvimos que buscar lugares nuevos. Vamos a ver qué pasa este año.” Y ahora es la esperanza la que se adueña de las palabras de Ale. “Aunque este disco nos encanta y nos dio muchas satisfacciones, ya es hora de hacer algo nuevo” , afirma con toda la energía de quien acuña un nuevo sueño a cumplirse.

El Bordo no sólo conquista por su música. También por lo que representan desde su rock no-barrial. Y no es casualidad que así sea, es una propuesta que ellos tiran desde arriba del escenario. Miguel lo confirma: “A la gente que nos viene a ver le gusta la música, las letras, la movida que hacemos. Me acuerdo que una vez el Chizzo había dicho que si lo suyo era rock barrial, se estaban cerrando para muchas otras personas que los iban a ver. La verdad es que a nosotros no nos importa de donde vienen, sino que vengan. Desde ya que valoramos a los pibes que se toman 2 bondis. Pero la idea es seguir moviéndose.”

Sobre las letras de sus canciones, apuestan a sacarle la careta al rock que pretende ser exclusivo, y Ale lo explica así: “Sinceramente, es gracioso que cuando empieza a crecer una banda y la gente siempre piensa lo mismo: “uh, ahora se vendieron” o “ahora hay caretas”, dicen. Y en realidad los que dicen eso son los que menos sentimientos tienen por la banda. No estamos en la misma sintonía, entonces el público no entiende las canciones. Nosotros hacemos eso, hacemos canciones, presentamos una estética, tiramos ideas. Si las compartís vení a ver a la banda y comprá los discos. Porque yo no tengo que demostrarle a nadie cuánto pelee para esto. ¿Por qué no puedo disfrutar de todo esto si nadie me regaló nada?” , se planta.

Sobre el título del nuevo disco explican: “A veces para modificar el sistema tenés que meterte en él. Nosotros lo decimos con la idea del título del nuevo disco: nosotros vivimos en esta habitación, pero en la vereda de enfrente. Es decir, hay muchas cosas de este sistema que nosotros no compartimos. Y es mucho más importante lo que nosotros estamos planteando que lo que nos quieren imponer” , expresa Ale.

El disco, que se grabó durante octubre, y cuya mezcla se hizo en febrero, saldrá a la venta a mediados de mayo. La llegada del nuevo material los toma con las heridas post-cromañón todavía húmedas: “A veces los momentos complicados son mejores para crear”, dice Ale. Y Miguel agrega: “Lo que no te derriba, te hace más fuerte. Entonces te da mas pilas y fuerza para seguir adelante” .