Nikka Lorach
Nicolás Contardi: "Quisiera que haya referentes drag en la escena musical"
02 de Mayo, 2020
El artista, en la piel de Nikka Lorach, lanzó "Les dos", el segundo video de su carrera y se permite jugar con personalidades que confluyen en un mismo lugar. Además, se trata del primer material registrado íntegramente en lenguaje inclusivo.
Cuando Nikka se sube a un escenario está tranquila. Sabe lo que va a hacer. A Nico, en cambio, le daría mucho vértigo cantar sobre una tarima. Nico es quien se abriga cuando baja la temperatura. Nikka jamás sentiría frío. Nikka y Nico comparten la voz, pero son distintos a la hora de hablar. El confinamiento obliga a que la entrevista sea telefónica y, durante los primeros minutos de charla, es imposible develar quién está del otro lado de la línea.
Nikka acaba de publicar el video de “Les dos” y eso fue lo que motivó esta conversación. Cuándo le pregunto a ella sobre su “nacimiento”, el que responde es Nico y explica que, hace dos años, tuvo un momento de crisis y que eso lo motivó a una búsqueda para encontrarse con su arte. Fue en ese entonces que se animó a probar la libertad: “Me compré unos maquillajes, hablé con mi marido y mi mejor amiga. Les conté la idea y me dijeron que lo haga. Y lo hice: me monté. Saqué esta ella que sentía que estaba conmigo. Lo hice en casa y fue como volverme a ver cuando era chiquito y jugaba a ponerme el maquillaje de mi vieja y los zapatos de mi abuela. Había pasado mucho tiempo, pero algo quería llevarse a cabo y me pareció que la música era el lenguaje que me estaba esperando”.
Nico estudió canto, baile y actuación. Hizo comedia musical y trabajó como bailarín desde los 17 años. A los 25, no quiso saber más nada: “Sentía que estaba siendo un prostituto del arte. Lo entregaba por plata y no por lo que me apasionaba”, recuerda el artista. Durante ese tiempo, se alejó un año y medio del mundo cultural y se conectó con un negocio familiar: una empresa de calzados. Abrió un showroom en Palermo y, cuando todo comenzaba a funcionar, sintió la necesidad de volver al arte. “No dejé de trabajar, ni de hacer mis zapatos, ni de tener mi negocio, ni a mi marido. No cambié mi vida. Simplemente le agregué otro condimento”, explica y deja entrever que esa crisis fue su punto de partida. “Es un final y un principio. En una crisis hay algo de romper para volver a ser. Con la cuarentena me pasa lo mismo. Hay algo que buscar adentro. Encontrarse. La naturaleza nos puso el parate y quizás sea el momento de pensar: ¿Sos quién querés ser? ¿Te sentís feliz con todo lo que estás haciendo o, quizás, hay algo más que vos no descubriste y tenés para dar y ser mejor, o más feliz? En mi caso fue conectar con mi pasión, poner mi cuerpo en algo interpretativo que me libera: ¿cómo no voy a estar buscando esa liberación constante?”.
Una voz detrás del teléfono suelta “Nico es quien la lleva a hacer todo. Es el conductor de un tren, en el que Nikka es la locomotora”. Más tarde, explica que la experiencia es mucho más que eso: “Ella es un canal artístico y hay algo espiritual en el drag en donde todo lo que te rodea es arte. Desde el maquillaje, hasta tu posición actoral”.
Nico explica que el drag se trata de elevar un personaje a un extremo y exteriorizarlo: “Hay un lenguaje que va más allá”. El hecho de montarse es entendido como mucho más que maquillarse o ponerse una peluca, como si se tratara de un ritual que invoca la llegada de otro ser y puede, o no, tener que ver con el género. “Yo llego a mi casa, hago lo que tengo que hacer, termino y voy al espejo. Me afeito y ahí empieza a entrar ella. Una vez que ella está, se queda hasta que me saqué el maquillaje. Hay cosas que me pasan siendo Nikka que no me doy cuenta, soy consciente de que le pertenecen a ella. La forma de hablar, la forma de caminar. Se convierte tu cuerpo en algo distinto. Estás trucada. Capaz que estoy 5 horas con cinta en el pito sin hacer pis”.
Nikka es artista y tenía un show previsto en Vorterix que se pospuso. Mientras, tuvo que adaptarse y aumentar su presencia en redes sociales, lo cual dificulta su llegada porque montarse para hacer un video en casa no es lo mismo que hacerlo para un show. “No es el mismo ritual. Es cuando yo me subo a un escenario a cantar que tengo ese encuentro con ella”, explica Nico.
“Les dos”, el más reciente video de Nikka, en el que pone en palabras esa historia personal de cosas que, quizás, hay quienes no entiendan. Pero el mensaje es claro: hay que escuchar al sentimiento. Un mensaje que además de artístico, es político. No solo porque se trata del primer tema registrado en SADAIC con lenguaje inclusivo, sino también por el ejemplo. “El drag es político. Es subir una bandera, porque es una comunidad: somos drags. Somos diferentes para las sociedades, creencias y religiones. Eso es política. Lo que se diferencia y tiene un mensaje revelador es política. Asique el drag es sumamente político”, define Nico, con convicción, y agrega que, consciente de eso, eligió al rock como estilo. “Quiero que lo que hago se escuche en todas las casas y no sólo en un boliche. Me interesa que mi mensaje llegue en forma de música y no solo en clave de perreo”.
A Nico le hubiera gustado tener, de chico, referentes drag que sean artistas. “Quisiera que, como se escucha a Cerati, se pueda escuchar a una drag queen y mostrar que no hay límites. Es música, es arte”.